Testimonios del coronavirus

Carta de una estudiante: «A los profesores solo tengo que decirles gracias por todo el esfuerzo extra para intentar que salvemos el curso»

«Muchas veces he soñado que era una pesadilla y que un día me levantaría y tendría todo terminado y podría estudiar normalmente»

Clases online en tiempos de coronavirus.

Carolina Vila

En Valencia, el estado de alarma coincidió con el aplazamiento de las fallas. Como fallera , me sentó como un jarro de agua fría, ya que suponía que tu trabajo durante todo el año se tiraba por tierra, pero lo entendía y por un lado agradecí la decisión. Pero la cosa no quedaba ahí, ¿y el curso académico? No paré de preguntármelo durante una semana, una semana dura, llena de incertidumbre. Una semana en la que, a pesar de aplazar las fallas se conservaron servando la semana como no lectiva, pero seguíamos sin saber nada, y las ganas de que todo fuera una pesadilla aumentaban.

No soy una persona que apruebe todas a la primera ni mucho menos, pero estaba siendo mi año en los estudios y me sentía orgullosa de todo el esfuerzo y empeño que le había dedicado. Aunque no fueran grandes notas, lo había conseguido. Pero la semana fallera llegó y no teníamos noticias de nada, en ningún aspecto. Los profesores y la coordinadora del grado nos enviaba correos, pero sin novedades, nadie sabía nada. Aún tardamos un par de días más en saber que las clases iban a ser online .

No paramos de recibir audios explicativos , de los cuales había que sacar los apuntes para poder estudiar, ya que las diapositivas son solo apoyos, no sirven para estudiar todo el contenido. También otros métodos, como explicaciones de cada diapositiva a los pies de ellas ó vídeos, pero nunca nos daban clase como tal vía online como otros estudiantes universitarios, que recibían todas las clases, en su horario, como si estuviera cursando en forma presencial.

No sabía cómo afrontarlo. No sé cómo expresar la incertidumbre que había y que sigue existiendo. La gran mayoría de los profesores siempre estaban, y lo están, pendientes de nosotros, se preocupan, nos preguntan, no solo a nivel académico sino a nivel personal.

Sigo sin saber cómo me siento al respecto, son muchos los pensamientos que se me vienen a la mente, tanto buenos como malos. Hasta finales de abril no supimos que los exámenes serían online porque hasta entonces tampoco sabíamos, incluso, si íbamos a tener exámenes ni nos mandaban trabajos, solo las explicaciones de las diapositivas y poco más. Aún así, hasta la semana pasada los profesores seguían sin saber cómo iban a poder realizar los exámenes , tenían la fecha y la hora pero no el procedimiento.

A pesar de los cambios en las guías docentes, aún no hay cosas claras. Algunos profesores nos facilitan las cosas y otros más o menos, ya que la cantidad de trabajo que ahora tenemos se duplica por momentos a lo que hacíamos antes en clase . La ansiedad por no llegar a estudiar todo el temario de todas las asignaturas, unos 20 temas aproximadamente por asignatura, continúa y aún tardará en cesar.

Tengo prácticamente la misma rutina todos los días desde el principio del confinamiento, a las 8 de la mañana me levanto para las 9 estar ya sentada y preparada en el escritorio para dar comienzo a una jornada más que finalizará a las 20 con los aplausos. Solo hago descansos para comer, cenar e ir al servicio. Las ganas de acabar cada día se duplican más. También el cansancio se apodera de nosotros por momentos, temo que llegando a los exámenes esté tan cansada que casi no pueda repasar lo que me ha dado tiempo a estudiar. Necesito una beca para poder estudiar el año que viene y eso hace que me mantenga aquí sentada frente a los numerosos apuntes hora tras hora.

Al principio del confinamiento, cuando no podíamos salir más que a comprar o bajar al perro, a las 20 no terminaba de estudiar, sino que aplaudía para agradecer todo lo que están haciendo tanto sanitarios como cuerpos de seguridad, personal de supermercado, personal de limpieza, y volvía a mi escritorio. Muchas veces he soñado que era una pesadilla y que un día me levantaría y tendría todo terminado y podría estudiar normalmente. Lo mejor que tengo durante el día, en estas últimas semanas, es la hora de juego que dedicamos después de cenar, antes de irnos a dormir.

Hacia los profesores solo tengo que decir que gracias , gracias por aguantar todas las preguntas que hacemos constantemente sobre esta situación. Gracias por todo el esfuerzo extra que estáis dedicando, dejando a los vuestros apartados para intentar que salvemos el curso y que, aun así, aprendamos aunque sea a distancia y de una manera no muy común. No he estado en vuestra situación, pero sé que esto para vosotros también es difícil . El gran trabajo que estáis haciendo también es de aplaudir.

Sé que cuando acabe todo esto podremos descansar, pero lo vemos lejano, aunque veamos muy cerca los exámenes y las entregas de trabajos. Sé que esto ha marcado un antes y un después en todos los aspectos. Sé que no voy a ser la misma que era antes.

* Carolina Vila Escuriola es estudiante de Ciencia y tecnología de los alimentos y vive en Valencia.

Si tú también quieres compartir tu testimonio sobre cómo estás viviendo la situación provocada por el coronavirus puedes hacerlo escribiendo a testimonioscoronavirus@abc.es

Debes indicarnos tu nombre completo, DNI y lugar de residencia. Seleccionaremos las historias más representativas para publicarlas en ABC.es

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación