Las denuncias de falsos alquileres en la costa llegan a los juzgados

La colaboración de los afectados agiliza la investigación de estos delitos telemáticos

Un internauta navega en una web de alquiler vacacional. ISABEL PERMUY

MARTA CABALLERO

Desde comienzos de verano, como ya contó este periódico hace unos días, numerosas comisarías de toda la costa andaluza han recibido denuncias de personas estafadas con pisos de alquiler vacacional. Un tipo de delito telemático cuya incidencia viene aumentando desde hace seis años.

Casi todos los afectados por estas patrañas conocieron el chasco «in situ», al descubrir que los inmuebles por los que habían pagado una fianza o el periodo completo de alquiler bien no existían, bien tenían otros dueños. Varias de estas denuncias se encuentran ya en los juzgados .

Es el caso de la interpuesta por un grupo de jóvenes en Punta Umbría, cuyo caso ya ha pasado al Juzgado de Instrucción Número 4 de Sevilla. El presunto delincuente, sobre el que recaen otras denuncias, citaba a sus clientes en la Cafetería Núñez de la localidad onubense. Un establecimiento cercano al falso inmueble en el que, por supuesto, jamás se personó ningún arrendador.

«Éramos tres amigas que ya habíamos usado Milanuncios antes sin que nos diera problema. El estafador nos había insistido por mensaje en que pagáramos la mitad del precio acordado en una cuenta de La Caixa. Nos pareció una cantidad exagerada para una fianza pero la entregamos y hemos perdido 250 euros», protestan.

Asimismo, relatan que el tipo escribía con muchas faltas de ortografía , Punta Umbría lo había puesto con hache, por ejemplo. «Siempre tuve la mosca detrás de la oreja, por teléfono parecía nervioso... Además, las fotos que envió eran muy malas, pero como lo habíamos dejado todo para el final, nos conformamos», resume A.C.G., una de las tres amigas engañadas.

«Su cuenta estaba asociada a embargos»

El timador respondía al nombre de Manuel Guerra Librero. «No sabemos si es el suyo real pero según le consta a la Guardia Civil, se encuentra en Galicia », amplían. Por su cuenta, las tres amigas aprovecharon las facilidades que ofrece internet hoy para seguir el rastro de una persona. Enseguida se percataron de que todo cuadraba: «La cartilla que nos envió aparece asociada a un montón de embargos». Según varias comisarías de la costa, este tipo de denuncias han continuado llegando en un goteo constante . De momento, el TSJA no plantea ningún tipo de acción ni una valoración de la situación a corto plazo.

Mientras tanto, varios de los afectados, como es el caso de Lidia Canales, que fue estafada por un timador en La Antilla, ya plantean ponerse en contacto unos con otros para ganar fuerza de cara al futuro juicio a la persona que les dejó sin casa de vacaciones.

Según la Policía, a veces esta colaboración ciudadana se traduce en una mayor efectividad de la investigación , pero no hay que olvidar que, una vez puesto en manos de las autoridades, son estas quienes que deben encargarse de encontrar a los delincuentes.

Pedro Pacheco , comisario Jefe de la Brigada de Seguridad Informática de la Policía Nacional, señala que es vital que los ciudadanos recopilen toda la información posible en el momento de redactar los hechos. DNI si lo hubiera mandado, direcciones, números de cuenta, teléfonos móviles, fotografías de los apartamentos y los mensajes que hayan intercambiando con ellos.

«Hay detenidos constantemente pero una investigación de este tipo puede durar de 15 días a seis meses», garantiza Pacheco, cuya Brigada acaba de destapar una estafa de estas características que operaba en Madrid, Barcelona y Baleares. «Andalucía es uno de los lugares más afectados pero se están produciendo por toda la costa».

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