Francia lleva a sus tribunales el negocio de los 'vientres de alquiler' de ucranianas

Una asociación denuncia a un grupo de franceses que han traído a 'madres contratadas' para que den a luz en el país

Recién nacidos de 'madres de alquiler' en un refugio cerca de Kiev ABC

Francisco de Andrés

La guerra en Ucrania ha llegado a los tribunales de Francia, pero en una dimensión totalmente inesperada. Cinco parejas han sido denunciadas por una asociación de juristas en favor de la infancia por haber traído a mujeres gestantes de Ucrania para que den a luz a sus hijos en Francia y les entreguen los bebés, según consta en el contrato con las empresas de gestación subrogada. El recurso a los llamados 'vientres de alquiler' es ilegal en Francia y en general en todos los países occidentales, pero es legal en Ucrania donde no ha logrado pararlo ni siquiera la guerra.

La asociación denunciante se queja de que la Justicia gala mira con frecuencia hacia otro lado cuando las parejas llegan de Ucrania con el bebé adoptado, y creen que la ocasión de juzgar el delito fragrante de traer a las madres podría poner fin ahora a lo que considera un "atropello" contra los derechos del niño . En España, donde muchas parejas sin hijos también acuden a la gestación subrogada en Ucrania, el comercio con vientres de alquiler también es ilegal, pero el Gobierno de Sánchez acaba de perder la oportunidad de regular cómo perseguirlo en el anteproyecto aprobado de ley del aborto.

Tras el estallido de la guerra en Ucrania, centenares de 'clientes' de las empresas de gestación subrogada ucraniana han tratado desesperadamente de localizar a las mujeres que portan los gametos masculinos -en el caso de la técnica tradicional- o los óvulos fecundados de los padres que quieren adoptar. Por lo general, las empresas ucranianas evitan que se produzca ningún contacto directo con las embarazadas , y aseguran a los clientes la 'seguridad de la gestación' pese a las penurias de la guerra.

En vísperas del conflicto, la empresa más importate, BioTexCom publicó un documental donde se observa a centenares de ucranianas gestantes en búnkers cerca de Kiev y de Járkov , donde según la firma no les falta ninguna atención. En algunos casos se les permite salir al extranjero, a países cercanos, con la condición de que regresen a Ucrania para dar a luz, bajo la amenaza de 15 años de cárcel por incumplimiento de contrato, además de dejar de percibir los últimos plazos del pago.

La atracción pecuniaria, más aún en estos tiempos, es innegable. Una mujer ucraniana puede ganar por los 9 meses de gestación entre 15.000 y 20.000 euros, es decir, varios años de salario medio. Por lo general, las firmas ucranianas de vientres de alquiler cobran a las parejas extranjeras hasta 40.000 euros por bebé . Cuando nace se encargan de proveerles de un pasaporte ucraniano, de modo que puedan ser adoptados legalmente por los clientes en el país.

El caso denunciado en Francia rompe esa dinámica y pone a prueba la voluntad de la Justicia europea de poner freno al comercio de niños . Al ser una práctica ilegal fuera de su país, las madres ucranianas que dan a luz en otras naciones se convierten automáticamente en las progenitoras legales, y no pueden dar al bebé en adopción aunque medie un contrato.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación