Apenas quedan unas horas para que se apague la luz de la exposición ‘Dalí. Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas’ que alberga el Museo Reina Sofía. Aún no hay datos definitivos de la asistencia, pero las largas colas para entrar auguran muy buenos datos. Por el momento se estima que 700.000 personas han pasado por los pasillos de la muestra del pintor catalán, lo que la convierte en la exposición más vista de la historia de Madrid y del museo desde que fuera inaugurado en 1990.
Este fin de semana todos aquellos que han apurado la fecha para dejarse caer por la pinacoteca han tenido que soportar hasta ocho horas de espera. Todo para realizar un viaje por más de 200 obras, una treintena de ellas nunca antes vistas en España, que el artista legó para que generaciones futuras pudieran contemplar su trabajo. Vista la gran acogida que ha tenido resulta comprensible preguntarse por qué no se prolonga esta cita con la cultura. Pero lo cierto es que muchos de los cuadros o esculturas han sido cedidos por colecciones públicas o privadas, por lo que los periodos de préstamos y los seguros tienen una fecha cerrada y resulta imposible poder cambiarlo.
La muestra además de ofrecer al espectador las obras plásticas del artista, también brinda la oportunidad de desgranar la personalidad del pintor a través del cine, la publicidad, documentales, grabaciones, y entrevistas del propio Dalí. Este ciclo pone de relieve la importancia del artista a la hora de crear un nuevo concepto del papel del artista moderno dentro de la cultura de masas. Cuatro meses después de su llegada del Centro Pompidou de París, donde fue visitada por 800.000 personas cerrará sus puertas a las once de la noche.
