El Vaticano hizo público ayer un novedoso documento, en la línea rupturista y de acercamiento al pueblo del papa Francisco I, para combatir la trata de personas, especialmente de los niños, donde se enumeran hasta 42 recomendaciones a la propia Santa Sede en primerísimo lugar, a las organizaciones internacionales, a los gobiernos y las autoridades nacionales, a la sociedad civil, a los empresarios, a los cristianos, a todas las religiones y a las personas de buena voluntad, por ese riguroso orden.
Más allá de lo llamativo en otros aspectos, se incluyen dos puntos en los que ha sido fundamental la presencia -en el grupo de expertos que elaboró el dictamen- de José Antonio Lorente Acosta (Serón, Almería, 1961), catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Granada. En concreto, el punto 24 se dirige a los gobiernos de esta manera: «Prioricen la erradicación del tráfico de menores, incluyendo el que tenga por objeto la explotación sexual y garanticen la identificación precoz de las niñas y de los niños que podrían convertirse en víctimas. Con este fin, sugerimos que estas instituciones consideren medios innovadores, como la creación de bases de datos genéticos a nivel nacional, con el fin de identificar y prevenir el tráfico de niñas y niños».
Por deseo del Papa
Ese camino que ahora marca el Papa para combatir una lacra que afecta a casi dos millones de menores en el mundo -el 10% de ellos sin que sus padres sepan dónde se hallan porque previamente los chiquillos fueron secuestrados- ya empezó a andarlo hace años Lorente. El médico almeriense puso en marcha en el marco de la UGR el programa DNA-Prokids, diseñado para recuperar a niños que han desaparecido o han sido arrancados de sus familias, críos convertidos en carne de cañón de la que se alimentan las mafias internacionales.
Así, hace ya nueve años este forense promovió la creación de bases de datos biológicos de progenitores que han perdido a sus descendientes con el objetivo de facilitar su encuentro. Gracias a ese proyecto, ya está instaurado en 16 estados, decenas de niños robados o perdidos han vuelto con sus familias. «Unos 350 en Guatemala, por ejemplo», aseveró el catedrático ayer a IDEAL. DNA-Prokids, que por ejemplo en Guatemala ha alcanzado la categoría de ley, es ya una prometedora herramienta 'made in Spain' para combatir la lacra mundial del tráfico de menores, un negocio sucio y lucrativo.
Ahora, con este ruego del papa Francisco I a los estados, el profesor, que acudió al Vaticano hace poco más de dos semanas en calidad de experto, espera que España se anime a crear un Observatorio especializado en este problema, por el que hay puestas unas 150.000 denuncias en todo el mundo sin resolver. Y va más allá: postula a Andalucía -pionera en este ámbito- como sede mundial para coordinar esas estrategias nacionales que deben centrarse no solo en lo genético, «sino en lo jurídico, legal, sociológico...».
«El coste sería bajo, porque las instalaciones son fáciles de conseguir, con varias salas sería suficiente y lamentablemente hay muchas vacías. Solo hace falta voluntad, porque profesionales cualificados hay muchos en Andalucía, donde ya se venía investigando en el tema», apostilló José Antonio Lorente Acosta.
Tema crucial
En la declaración vaticana, que emiten las Pontificias Academias de Ciencias y de las Ciencias Sociales y la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos, se recoge asimismo el punto 19 -dirigido a los estados- como sigue : «Instituyan un sistema obligatorio de registro de nacimientos, el cual deberá incluir la información del ADN de cada individuo registrado en caso de riesgo o necesidad». Esto último atañe sobre todo a países como Tailandia, Guatemala, Brasil o México, ya que España no es un estado donde se produzcan muchos casos de desaparición de menores o niños abandonados, que están en la calle explotados económica o sexualmente o en condiciones de mendicidad.
No obstante, la organización granadina DNA-Prokids, con ramificaciones en todo el mundo, ya cuenta en su currículum haber logrado reunificar a 620 madres con sus hijos desaparecidos y evitar más de 200 adopciones ilegales tomando muestras de ADN. El banco genético en 16 países de Asia y Latinoamérica supera hoy las 9.200 muestras.
Autocrítica en la Santa Sede
Ese documento emitido por el Vaticano, al que ayer tuvo acceso IDEAL, es amplio y arranca con una declaración de intenciones en la que se describe: «Toda relación que no respete la convicción fundamental de que todas las personas -sin importar su sexo ni edad- son iguales y que no reconozca que gozan de la misma libertad y dignidad constituye un delito grave de lesa humanidad. A pesar de los denodados esfuerzos de muchos, el tráfico de personas -la forma más extendida de esclavitud en nuestro siglo XXI- continúa siendo un flagelo atroz y está presente a gran escala en muchos países del mundo».
Y dentro de esas instituciones que tienen que esforzarse más en combatir esta lacra, el Sumo Pontífice escoge a la Santa Sede para 'echarle un rapapolvo' en primer lugar. Los motivos: no haber suscrito ni ratificado muchos tratados que condenan la trata de humanos, por ejemplo, el Convenio para la represión de la trata de personas y la explotación de la prostitución ajena, aprobado por la ONU allá por 1949. Tampoco ha asumido la Iglesia el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños (Protocolo de Palermo), firmado por la ONU en 2000. Finalmente, el papa Francisco I pide que se promueva un movimiento que garantice «el compromiso de la Iglesia Católica, y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, de poner fin al tráfico de personas y la prostitución, compromiso este que deberá manifestarse en los términos más claros y contundentes posibles».
Reprimenda a los empresarios
Otros puntos llamativos, y que causaron también una sorpresa en positivo al propio José Antonio Lorente, son los 29 y 30, destinados a la comunidad empresarial: «Instaure códigos de conducta y normas estrictas en materia de transparencia, para garantizar la existencia de cadenas de suministro libres de trabajadores víctimas de la trata y de otras formas de esclavitud. / Genere conciencia sobre los grandes riesgos y los daños involucrados en la 'carrera a la baja', cuyo objeto es minimizar los costos de mano de obra, pues tales riesgos, que existen de por sí, con frecuencia implican el trabajo forzado».
«Es bueno que figure un tirón de orejas así a los empresarios. Hay mucha gente que se beneficia de la mano de obra tan barata, que se enriquece con esto, a costa de la vida de los demás. El hundimiento de fábricas en Bangladesh, por ejemplo, causa cientos de muertos. ¿Por qué? Para que alguien gane más dinero o para que nos podamos comprar unas zapatillas de deporte más baratas», puntualizó el profesor almeriense, para quien el interés de Francisco por su labor y la de su equipo es un «emocionante» privilegio.
«Profesionalmente, es un orgullo. Como es natural estoy muy contento y agradecido por ese lado. Pero es que, además, soy creyente. Así que la satisfacción es doble», explicó a IDEAL.