Viviendo de prestado: la náyade auricularia

La cuenca del río Ebro es la única del mundo, junto con otras cuatro en Francia, que alberga ejemplares de la especie. Pero entre su población apenas se han encontrado individuos jóvenes, que son los que pueden asegurar su supervivencia

Náyades auricularias ABC

Natural

La náyade auricularia ( Margaritifera auricularia ) es una almeja de agua dulce que se encuentra entre los invertebrados que presentan un mayor riesgo de desaparición en Europa . En 1996, de hecho, llegó a plantearse la posibilidad de que se hubiera extinguido. Sin embargo, una década después, se descubría, afortunadamente, en Zaragoza lo que se consideró, en aquel momento, el último refugio para la especie. No obstante, tras diez años más de estudios, se ha podido localizar una población en Francia que podría situarse en torno a los 100.000 individuos. «Esta cifra, aunque esperanzadora, esconde una trampa: apenas se han encontrado individuos jóvenes, que son los que pueden asegurar su supervivencia», puntualizan desde el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) , que conserva la mejor colección del mundo de náyades auriculadas.

La semana pasada el Gobierno declaró oficialmente en peligro crítico de extinción a la náyade auriculada, junto a otras seis especies .

Hoy en día la población ibérica más numerosa, formada aproximadamente por 5.000 ejemplares de náyade auricularia, parece vivir en el Canal Imperial de Aragón (Zaragoza), un canal construido en el siglo XVIII. También se conocen pequeñas poblaciones en el cauce principal del río Ebro en Aragón y Tarragona, y en el Canal de Tauste (Aragón y Navarra). La población del Ebro es la única que queda en el sistema de drenaje del mar Mediterráneo, por lo que se trata de una población prioritaria , «aunque apenas se han encontrado unos pocos individuos jóvenes, de aproximadamente 10-15 años», en los canales Imperial y de Tauste, subrayan desde el MNCN.

Otra población esencial para la conservación de la especie es la población francesa del río Charente , que actualmente es la más numerosa (en torno a 100.000 individuos). Otras poblaciones destacadas en Francia son las de Vienne y Creuse, «al tener el nivel más alto de reclutamiento natural» y la de Adour, «al formar una importante y única metapoblación» (conjunto de poblaciones separadas que pueden interactuar), destacan desde el centro de investigación.

La distribución de la náyade auricularia, pues, queda restringida hoy a cinco cuencas hidrográficas: Loira, Charente, Garona, Adour (todas ellas pertenecientes a Francia) y Ebro (España) .

La distribución actual de la náyade auricularia se restringe a cinco cuencas hidrográficas de Francia y España

Especie rara en España

El nombre de náyade - ninfas que vivían en las fuentes, manantiales y ríos garantizando la pureza de sus aguas- para referirse a estos animales comenzó a utilizarlo el naturalista francés Jean Baptiste Lamarck (1744-1829). Y el nombre de auriculada procede del borde ventral de sus valvas ligeramente arqueado, recordando su contorno a una oreja .

Su ciclo vital es complejo ya que tiene una fase larvaria parásita en la que necesitan entrar en contacto con las branquias de un pez para completar su desarrollo. El esturión europeo ( Acipenser sturio ) y el pez fraile ( Salaria fluviatilis ) son los únicos peces hospedadores nativos de esta almeja en España. Curiosamente, el esturión está extinguido en el Ebro y el pez fraile se encuentra en peligro de extinción.

Aunque no parece especialmente exigente en sus requerimientos de hábitat, no es posible encontrar a la náyade auricularia en embalses, ya que es un bivalvo propio de aguas corrientes. Además, al ser una especie muy longeva (puede cumplir entre los 60 y los 100 años), necesita que los cursos de agua en los que habita sean estables durante mucho tiempo desde el punto de vista hidrológico y estructural.

Se desconoce el momento en el que se inició la desaparición de la especie y las causas exactas que la motivaron, aunque fue a comienzos del siglo XX cuando empezaron a disminuir los registros científicos de naýade auricularia. El hallazgo de fragmentos de conchas en ocho yacimientos arqueológicos ibéricos datados entre 5.000 y 400 años a. C. permiten confirmar su presencia en las cuencas de los ríos Duero, Ebro, Tajo y Guadalquivir. «Es probable que siempre haya sido una especie rara en España, pero está claro que su distribución fue mucho más amplia que la actual», subrayan desde el MNCN.

Náyade auricularia MNCN

En la localidad zaragozana de Sástago el nácar de la náyade auricularia se empleaba en la decoración de los cuchillos y navajas fabricados artesanalmente. «Los artesanos preferían el nácar de náyades vivas, ya que las conchas vacías no eran adecuadas para transformarlas en cachas de mangos . La fabricación de un cuchillo requería, como mínimo, dos o tres valvas», explican desde el blog del centro de investigación.

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