En busca de los mejores planes de gestión de los 10 futuros LIC de la Red Natura marina 2000
Intemares continúa la estela del exitoso proyecto Life Indemares, que propuso tal declaración
En la actualidad, Intemares continúa el exitoso proyecto Life Indemares, ambos coordinados por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica , que concluyó con la proposición de declarar 10 nuevas zonas marinas dentro de la Red Natura 2000 como Lugares de Interés Comunitario . Para ello, se están realizando las investigaciones pertinentes que permitan el desarrollo de sus futuros planes de gestión. Los organismos y entidades involucradas están prestando especial atención, por ejemplo, a cómo las actividades humanas afectan a dichos hábitats, para maximizar su protección y minimizar los efectos sobre los usos, de forma que se garantice su sostenibilidad.
Se han escogido 5 zonas de las 10 posibles para evaluar los efectos de origen humano sobre ellas: dos en el océano Atlántico (cañón de Avilés y golfo de Cádiz), dos en el mar Mediterráneo (canal de Menorca y Seco de los Olivos) y dos en las Islas Canarias (banco de La Concepción y sur de Lanzarote-Fuerteventura). «A pesar de que Intemares es el mayor proyecto europeo de conservación del medio marino, la financiación no es suficiente para realizar trabajos en todas las áreas, al menos con una calidad mínima», explica Antonio Punzón , del Centro Oceanográfico de Santander, del Instituto Español de Oceanografía , socio de la Fundación Biodiversidad en Intemares .
Las cinco áreas reúnen la mayor variedad posible de actividades de pesca y tipos de hábitats presentes en la Red Natura 2000. «Tal selección pretende que los resultados y modelos matemáticos aplicados puedan ser extrapolables , siempre que sea posible, al resto de espacios que no forman parte del estudio», asegura el experto.
¿Qué tipo de actividades pesqueras de fondo se practican en el cañón de Avilés?
En el cañon de Avilés están representadas casi todas las pesquerías que se realizan el norte de la península Ibérica: cerco, dirigida a pequeñas especies pelágicas (que viven en aguas medias o próximas a la superficie), curricán o cebo vivo, dirigida a túnidos (bonito y atún rojo) y fondo, dirigida a especies demersales (que viven en el fondo, como el rape, la merluza, los gallos o la bacaladilla, por ejemplo). Estas actividades, en general, se realizan a lo largo de todo el año, especialmente en el caso de la última.
¿Cómo están afectando las actividades pesqueras al ecosistema?
Los efectos de las pesquerías sobre los ecosistemas son muy diversos, desde la propia extracción de ejemplares, que puede modificar la estructura y la calidad de las poblaciones, a las derivadas de la interacción de los artes de pesca con el medio, en concreto con el fondo del mar.
Los hábitats que han estudiado están formados, fundamentalmente, por corales y esponjas, que cumplen un papel fundamental en el funcionamiento de los ecosistemas.
La interacción de la actividad pesquera sobre estos hábitats no solo afecta a su superficie sino también a su calidad, a las especies que lo estructuran o a la complejidad del mismo. Todas estas características de los hábitats son las que le confieren su valor ambiental y su valor añadido para realizar una explotación económicamente sostenible en el tiempo que garantice su uso por las generaciones futuras.
Si eliminamos hábitats que son esenciales para los recursos explotados, estos se verán afectados y, por lo tanto, los rendimientos caerán. Está demostrado que después de una degradación de las poblaciones o de los hábitats no solo se provoca un descenso de los rendimientos o su desaparición sino que, en la mayoría de los casos, obliga a sustituciones de las pesquerías tradicionales por unas nuevas, produciendo una degradación paulatina de los ecosistemas.
¿Podría citar un ejemplo concreto de esta sustitución?
Por ejemplo, es frecuente que, una vez que los recursos litorales no son rentables o productivos, la actividad pesquera se traslade a caladeros de pesca más profundos o espacios que no estaban explotados. Y un ecosistema muy degradado tarda mucho tiempo en recuperarse. Y mucho más en ser productivo de forma sostenible. La coexistencia de una actividad productiva y unos hábitats saludables están condenados a entenderse.
¿Cuándo se ha desarrollado la campaña oceanográfica en el cañón de Aviles dentro de Intemares?
La campaña se ha desarrollado durante la primera quincena de agosto y ha durado 18 días. En ella hemos trabajado 11 científicos, aunque en su preparación y diseño ha colaborado un gran número de profesionales de talla internacional con muchos años de experiencia y que, además, han participado en los principales foros donde han nacido las directivas europeas que nos marcan el rumbo a seguir en cuanto a conservación y mejora del buen estado ambiental de nuestros mares.
¿Cuántos muestreos han realizado?
En total hemos realizado 86 muestreos. La primera parte de la campaña la hemos dedicado al estudio de los fondos duros, gracias a un trineo fotogramétrico, un vehículo remolcado que nos ha permitido hacer fotos y vídeos. En la segunda parte, hemos usado dos artes, la draga de roca y el bou de vara, que tienen una red en forma de embudo que es arrastrada por el fondo marino.
¿Qué datos esperan obtener a partir de las fotos y de los vídeos?
De las fotos y vídeos del trineo fotogramétrico podemos extraer información del número, de la densidad y del área ocupada por las principales especies objeto de estudio. Y nos permitirá, también, localizar los aparejos perdidos. Además, contamos en el equipo con una investigadora que está desarrollando una metodología para la reconstrucción en 3D del fondo con la que obtener la talla de corales y esponjas y analizar la estructura de los ejemplares.
¿Y con las muestras recogidas?
Con el material recabado gracias a la draga de roca analizaremos la estructura de las comunidades alojadas sobre el sustrato rocoso en detalle, obteniendo información semicuantitativa de cada zona y ayudando a la identificación de la fauna que aparece en las imágenes. Con las muestras recogidas con el bou de vara, por su parte, caracterizaremos las comunidades epibentónicas (que habitan sobre el fondo) y endobentónicas (dentro del sedimento).
Acaban de terminar la campaña y, por ello, aún no podrá adelantar resultado alguno, pero ¿qué les ha permitido constatar el trabajo de campo?
Hemos constatado, como sospechábamos a partir de los resultados del proyecto Indemares, que en algunas de las zonas estudiadas hay fondos rocosos muy ricos con hábitats formados por corales ( Dendrophyllia cornigera ) y esponjas ( Phakellia sp ). Aunque es solo una intuición, el muestreo realizado ha sido efectivo. Y los análisis que salgan de esta campaña, y otras que se van a realizar por todo el litoral español, nos van a permitir analizar, informar y asesorar adecuadamente a la administración y a los usuarios de forma que los planes de gestión que se hagan cuenten con la mejor información posible y que todos los sectores implicados en ellos estén convencidos de que la toma de decisiones se hace con los fundamentos científicos más sólidos.
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