La Fiscalía estudia actuar penalmente por el deterioro de las carreteras
Un 30% de los siniestros de tráfico proviene del mal estado de las vías, según el fiscal de Seguridad Vial
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La Fiscalía General del Estado estudia la manera en que puede actuar penalmente contra quienes no garantizan el buen estado de las vías públicas pese a haber sido advertidos de que solucionen posibles riesgos para la seguridad vial. El fiscal de sala coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas , apuntó que un 30% de los siniestros de tráfico se debe al mal estado de las vías y que «el Código Penal prevé penas de prisión de seis meses a dos años o multa de 12 a 24 meses y trabajos en beneficio de la comunidad a quienes originen un grave riesgo para la circulación».
Sin embargo, esta normativa tiene una escasa aplicación práctica «ante la dificultad de encontrar a las personas físicas responsables, ya que las personas jurídicas (administraciones públicas, por ejemplo) están libres penalmente en estas situaciones».
Algunos ejemplos de conductas punibles son volcar o empujar contenedores de basura a la vía urbana , colocar lazos o cordeles que impidan el paso (como ocurre ocasionalmente en zonas montañosas para que no circulen ciclistas), tirar objetos o proyectar rayos láser a vehículos en marcha y derramar sustancias deslizantes o inflamables. También pintar o dañar señales de tráfico, emitir ruidos o gases para dificultar la visibilidad o la concentración de conductores, obras sin señalizar que supongan un obstáculo imprevisible o quemar rastrojos, y basuras con el riesgo de que el humo perjudique a los usuarios de las carreteras.
Según la directora de Aesleme (Asociación Española para el Estudio de la Lesión Medular Espinal), Mar Cogollos , «más de la mitad de las personas fallecidas en siniestros de tráfico en España eran usuarias vulnerables —peatones, ciclistas y motoristas— por primera vez en 2019». Por ello, apostó por carriles segregados de la calzada en las ciudades, que en los municipios se circule como mucho a 30 km/h en las calles de un carril por sentido o de un único carril y respetar las normas de seguridad vial.
Por su parte, Jesús Alonso Trigueros, ingeniero de caminos e investigador en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), apostó por auditar todas las carreteras y no solo las autopistas y autovías, con el fin de evitar «situaciones peligrosas» relacionadas con la intensidad del tráfico, las márgenes, los sistemas de contención, los aludes, las cunetas y los apoyos en estructuras.
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