Este es el nuevo alcoholímetro antiarranque: cuándo y en qué vehículos será obligatorio

El Congreso ha aprobado una enmienda a la Ley de Tráfico que ahora se está tramitando en el Senado

Control de alcoholemia en Sevilla Juan Flores

Pepe Trashorras

Mientras se tramita en el Senado tras ser aprobada en el Congreso de los Diputados, la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial está ya muy cerca de su implantación. Entre las nuevas medidas que incluye llama la atención una destinada a reducir todo lo posible las muertes en carretera provocadas por los efectos del alcohol . Actualmente es la segunda causa más habitual de siniestro en nuestro país, solo por detrás de las distracciones al volante, y provoca uno de cada cuatro accidentes mortales en carretera (según datos de 2019).

La Dirección General de Tráfico (DGT) tratará de hacer frente a esta lacra incorporando alcoholímetros antiarranque a determinados vehículos. Concretamente, como recoge la norma, «a partir del 6 de julio de 2022 los vehículos de categoría M2, M3, N2 y N3 que dispongan de interface [sic] normalizado para la instalación de alcoholímetros antiarranque destinados al transporte de viajeros y de mercancías deberán disponer de alcoholímetros antiarranque. Los conductores de estos vehículos vendrán obligados a utilizar estos dispositivos de control del vehículo».

De esta forma, los vehículos que tendrán que implantar estos dispositivos son los de transporte de pasajeros de más de ocho plazas y los de transporte de mercancías que superen las 3,5 toneladas, es decir, autobuses y camiones con la interfaz instalada . Del mismo modo, a partir de ese momento la preinstalación será obligatoria para todos los nuevos vehículos.

¿En qué consisten los alcoholímetros antiarranque?

Estos dispositivos, que emplean el sistema «alcolock», están destinados a impedir que el conductor reanude su marcha en caso de dar positivo en alcohol. El detector, de similares características a los que emplean habitualmente las fuerzas de seguridad, va conectado al vehículo y bloquea el motor de arranque de tal forma que imposibilita al conductor ebrio volver a la carretera.

Además, si se suspende la circulación durante más de 30 minutos habrá que volver a soplar en el alcoholímetro, por lo que cada vez que se realicen paradas largas se comprobará el nivel de alcohol en el organismo. El vehículo no arrancará en caso de que se supere el límite permitido (0,5 g/l en sangre y 0,25 mg/l en aire aspirado para los conductores habituales y 0,3 g/l y 0,15 mg/l para los profesionales y noveles, si bien por el momento esta medida solo afectará a los conductores profesionales).

Desde la Unión Europea se instó en 2019 a sus países miembros a incorporar estos dispositivos que ya se utilizan en Francia, Italia, Finlandia, Suecia, Polonia y Dinamarca, así como en otras partes del mundo. Se espera además que, poco a poco, acaben implantándose también en los turismos particulares. Por lo pronto, los primeros afectados por esta nueva norma están de acuerdo con la misma, como afirma a RTVE el secretario general de FENADISMER (Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España).

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