Los talleres se preparan para abrir con un riguroso protocolo de seguridad para trabajadores y clientes
La desinfección comienza por las medidas que adopten los propios trabajadores antes de acceder a su puesto de trabajo, y hasta la entrega final del vehículo al cliente
Los talleres de reparación de vehículos han sido una de las actividades que durante las fases más duras del confinamiento han seguido prestando servicio a los trabajadores considerados esenciales, como los profesionales sanitarios y de seguridad que ha necesitado utilizar sus vehículos y también realizar reparaciones de urgencia.
Esta asistencia se ha realizado bajo cita previa y para reparaciones urgentes, por lo que en muchas ocasiones el mantener el taller abierto en estas condiciones ha supuesto un mayor perjuicio económico que haberlo cerrado y solicitar un ERTE para sus empleados.
En cualquier caso, la situación va cambiando poco a poco, e inmersos ya en la «fase cero» de la «desescalada», los talleres de reparación de vehículos se están preparando para abrir sus instalaciones bajo estrictas normas de seguridad con el fin de evitar contagios y propagar de nuevo el coronavirus entre sus trabajadores y clientes.
El protocolo enviado por las asociaciones como Cetraa y Conepa , junto a los sindicatos CCOO Industria y UGT-Fica, contemplan desde las medidas de prevención básicas y generales hasta medidas preventivas especiales en los centros de trabajo.
Las instrucciones básicas incluyen la necesidad de informar a la plantilla de las medidas de prevención individuales que se deben tomar en este periodo, haciendo especial hincapié en las medidas higiénicas. Muy importante guardar la distancia de seguridad y evitar contactos tanto con compañeros de trabajo como clientes, así como cubrirse nariz y boca al toser o estornudar, mantener duna correcta higiene respiratoria, lavado frecuente de manos y uso de geles alcohólicos, así como mantener una buena higiene ambiental en el centro de trabajo.
El protocolo incide especialmente en la necesidad de reforzar la limpieza de las instalaciones, con especial atención a las superficies que puedan ser susceptibles de favorecer la transmisión.
Cada trabajador individualmente debe proceder a limpiar la zona y equipos de trabajo que utilicen, en las zonas recomendadas se usarán guantes desechables, y se reforzará la ventilación de las instalaciones.
Antes de utilizar los vehículos de prueba, deberán desinfectarse todas las superficies mediante productos desinfectantes. Las zonas de especial riesgo son: volante; palanca de cambios; freno de mano; tiradores de las puertas; botones de los sistemas de infoentretenimiento y climatización ; pantalla táctil; tallos de la columna de dirección, como intermitentes o limpiaparabrisas; palancas de ajuste del asiento; apoyabrazos; cinturones de seguridad o elevalunas; entre otros.
Después de cada uso también se deberá desinfectar el vehículo y tras cada operación de desinfección se deberá ventilar el automóvil.
Atención al público
Solo se permitirá la entrada de una persona en una oficina o despacho, siempre que sea un asunto que no pueda ser resuelto por otros medios. En caso de tener más clientes en espera deberán hacerlo fuera y guardar una distancia de seguridad de 2 metros entre ellos.
Se deberá guardar una distancia mínima de 2 metros (indicar la zona que no se puede sobrepasar mediante cintas, marcas en suelo u otra señalización) con respecto a clientes o personal ajeno. En caso de no ser posible esta distancia, se deberá poner una pantalla transparente que haga de barrera física entre ambos. Además, serán recomendables los equipos de protección individual correspondientes (uso de mascarilla).
En la medida de lo posible se recomienda instalar dispensadores de solución hidroalcohólica para la desinfección de manos y dotar a la plantilla de gel desinfectante.
Preparación de desinfectantes
La guía de actuación también recoge recomendaciones de cómo preparar los desinfectantes para la correcta limpieza y desinfección de los centros de trabajo, como son las disoluciones de lejía y las soluciones hidroalcoólicas.
En el primero de los casos hay que tomar 20 mililitros de lejía de cualquier marca, verterlos en una botella de litro y llenar con agua del grifo hasta completar. A continuación cerrar la botella y darle varias vueltas.De esta forma se puede disponer de un litro de disolución con la concentración necesaria 1:50. Con esta mezcla se puede mojar una bayeta para desinfectar y limpiar las superficies. Los virus se inactivan tras cinco minutos de contacto con desinfectantes usados por el público en general.
En cuanto a la solución hidroalcohólica , se utilizar´a para desinfectar los objetos de uso personal como gafas o móviles. Para hacer esta solución se puede utilizar el alcohol que se tiene en casa, que tiene una concentración del 96%. Para rebajarla hasta el 70% recomendado se puede hacer tomando 70 mililitros de alcohol de 96grados y añadir 1200 mililitros de agua en un recipiente cerrado. Tras darle varias vueltas la disolución ya está preparada para humedecer un paño y aplicarla a los objetos personales.
El personal que lleve a cabo la limpieza empleará los equipos de protección personal necesarios en cada situación, como mínimo la mascarilla de protección respiratoria FFP2 y guantes.
Antes y durante el desplazamiento al centro de trabajo
Según el protocolo de la Confederación de Talleres Cetraa , antes de salir de casa, las personas trabajadoras, en caso de tener fiebre o síntomas respiratorios (tos o sensación de falta de aire) deberá comunicarlo a su médico y a la empresa, vía telefónica. Deberá informar de si convive o ha convivido con una persona que haya contraído la enfermedad. La empresa hará llegar a la persona trabajadora un justificante para la no asistencia al lugar de trabajo, con el fin de garantizar la seguridad y la salud del resto del personal. La persona trabajadora deberá aportar el correspondiente parte médico de baja a la mayor brevedad posible.
Siempre que sea posible, se utilizará el vehículo de forma individual. Se evitarán lugares de riesgo elevado como pueden ser el metro, autobuses y, en general, cualquier lugar susceptible de aglomeración de personas.
Se deberá desinfectar el vehículo tras cada uso , especialmente tiradores, palanca de cambio, volante, etc., utilizando gel hidroalcohólico u otros desinfectantes.
Se deberá organizar el acceso al centro y la entrada a los vestuarios estableciendo turnos, para que se mantenga la distancia de seguridad (2 metros). Si por motivos de espacio esto no fuera posible, los empleados deberán utilizar mascarilla suministrada por la empresa.
En función de las actividades realizadas , los diferentes puestos de trabajo de los talleres se pueden agrupar en varios niveles o grupos de riesgo, estableciéndose diversas medidas preventivas para cada uno de ellos, pudiendo pertenecer a varios en función de la actividad que ejerzan en cada empresa.
Se recomienda limitar al máximo las reuniones, así como tratar de evitar los desplazamientos entre los diferentes centros de trabajo y, si es posible, aplazar cursos de formación.
Además cualquier trabajador que presente síntomas lo debe comunicar al grupo de gestión e, inmediatamente se comunicará a los servicios de salud.
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