Conducir de noche entraña peligros asociados a la pérdida de agudeza visual
Conducir de noche entraña peligros asociados a la pérdida de agudeza visual - ABC.es
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Sigue estas recomendaciones para una buena conducción nocturna

Con el cambio de hora anochece antes. Aunque de noche se estima que el tráfico disminuye un 60%, el 42% de los accidentes mortales suceden a esas horas.

Madrid Actualizado: Guardar
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Ha cambiado la hora. Y se nota porque anochece antes, haciendo más peligrosa la cinducción debido a la falta de visibilidad. Un conductor recibe a través de la vista el 90% de la información del tráfico, por lo que la calidad de ésta está supedita a la capacidad de percepción visual, resultado de la sensación luminosa —valorando sus variaciones de intensidad—, la sensación de las formas —o agudeza visual— y la sensación cromática —capacidad de reconocer los colores—

Los tres procesos quedan perturbados reduciéndose la capacidad visual nocturna de 1/20 frente a la capacidad con luz de día. Esto somete a la vista y al cerebro a mayor esfuerzo para actuar con rapidez y eficacia. Y la situación es aún peor

ante condiciones climatológicas adversas: en caso de lluvia, el pavimento mojado absorbe buena parte de las radiaciones lumínicas de los faros.

Conducir de noche entraña peligros asociados a la pérdida de agudeza visual y la disminución del campo visual. En la oscuridad no apreciamos ni velocidad ni movimiento. Es más, ésta puede ocultar peligros visibles con luz diurna. Por ejemplo, los objetos oscuros no se ven sobre fondo oscuro.

Conviene recordar que, en ausencia de luz diurna, son muchos los conductores que no adaptan la velocidad al campo visual iluminado, circulando a una velocidad excesiva para la capacidad de sus ojos. Conductores que realizan maniobras antirreglamentarias pensando que no serán vistos por la menor vigilancia y servicios de emergencia que podrían tardar más en llegar a un accidente son aspectos muy a tener en cuenta.

Consejos para realizar una conducción nocturna segura

Desde el Comisariado Europeo del Automóvil CEA remarcan que para conducir de noche de forma segura el conductor debe mantener una actitud vigilante, atenta y anticipativa.

También que debe reducir la velocidad para ser capaz de parar el vehículo por completo dentro del campo de iluminación de los faros. Es más, con luz de cruce la velocidad máxima recomendada es de 90 km/h.

Mantener una distancia de seguridad no inferior a tres segundos con el vehículo que le precede es otra norma a tener en cuenta, como aumentar la frecuencia de mirada por los espejos retrovisores, al menos cada 10 segundos.

También el número de paradas, tomando tiempo suficiente para recuperarse y, si es posible, limpiando los cristales de los faros, el parabrisas... Si aparecen síntomas de la fatiga o dificultad para mantener la concentración, parar, hacer ejercicio suave, ingerir algún alimento y/o bebida energizante es esencial.

Precisamente, ante síntomas asi, parar y dar una cabezada de 20 minutos y tomar un café o una bebida estimulante puede ser la diferencia entre sufrir un accidente o no. Si el cansancio persiste habrá que dormir cuanto se necesite.

De noche es imperativo llevar puestas las luces de cruce, no las de posición, desde el atardecer —si dudamos entre encenderlas o no, siempre las encenderemos— y poner las largas siempre que sea posible, sin deslumbrar a otros conductores.

Otro apuente: cuando seamos adelantados cambiaremos el alumbrado a cruce, si llevábamos puestas las largas, una vez el otro vehículo se ponga a nuestra altura.

Algo a tener en cuenta es aminorar la intensidad de la luz del cuadro de instrumentos —posible en la mayoría de modelos del mercado, incluso veteranos—, pues ayuda a ver mejor la carretera. Cuanta más luz haya en el interior, peor se ve el exterior.

Por último, en caso de deslumbramiento bajaremos la velocidad y, si fuese necesario, desviaremos la vista a la derecha buscando como referencia la banda blanca del arcén, circulando próximos a ella pero sin invadir el arcén. En última instancia cerraremos momentáneamente el ojo izquierdo, pero, ante todo, seguridad: si es necesario, nos detendremos.

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