¿Sabes si está tu coche preparado para circular tras el Covid 19?

El seguimiento de unas sencillas pautas te ayudará a comprobar que tu vehículo está a punto para volver a la carretera

A. N.

Tras más de dos meses con conductores y coches confinados debido a las limitaciones de circulación, es importante hacer un chequeo previo para comprobar que tu vehículo está en perfectas condiciones antes de conducirlo hacia la "nueva normalidad". te muestra ocho claves para ponerlo a punto, aunque siempre lo mejor es acudir a la ayuda de un profesional.

Si el motor no arranca, lo mejor es no insistir de forma repetitiva , ya que podríamos ahogar de combustible el sistema de alimentación. Quita el pie del acelerador y gira de vez en cuando la llave de contacto. Si aún así no se pone en marcha, lo mejor es que pidas ayuda a tu asistencia en carretera.

Si tu coche es de gasolina, revisa el estado de las bujías. En el caso de los diésel, acciona un par de veces los calentadores antes de arrancar el motor.

El principal motivo por el que un coche no arranca es que la batería esté descargada o defectuosa. En ese caso, cambiarla por una nueva es la solución más inmediata. Sin embargo, existen otros motivos no tan conocidos para que un coche no arranque, así que los veremos en este artículo.

existen otros sistemas capaces de impedir el arranque normal del vehículo. Para empezar, el motor de arranque puede haber fallado. Sin esta importante pieza, por mucha batería que tengamos no habrá nada que mueva al motor en el momento en que se da el contacto. Podemos saber que el motor de arranque está fallando al escuchar un sonido característico que producen los intentos fallidos, Si tras unos segundos estos peculiares sonidos persisten, nos conviene no forzar para no sufrir peores consecuencias. Su sustitución, dependiendo del modelo de coche de que hablemos, no supone un desembolso extraordinario.

Otro elemento que puede fallar e impedir el arranque del motor es el interruptor de encendido. Para identificarlo, basta con girar la llave y observar las luces de advertencia del panel de instrumentos . Si no se encienden, es posible que sea un fallo del interruptor mencionado. Sea como sea, será un fallo eléctrico en alguna parte del circuito y, potencialmente, será más barato de reparar que el motor de arranque.

El seguimiento de unas sencillas pautas te ayudará a comprobar que tu vehículo está a punto para volver a la carretera. Si tienes alguna duda sobre el estado de tu vehículo, no dudes en contactar con un taller para que te asesore. Estas son algunas de las recomendaciones que realizan los especialistas de Bridgestone.

En primer lugar, echa un vistazo a tus neumáticos . Son el único punto de contacto con la carretera y deben comprobarse regularmente (cada 28 días o durante los intervalos de inspección de seguridad), tanto si el vehículo está en funcionamiento como si está en modo de espera:

1. ¿Observas algún tipo de desgaste o deterioro en la goma? ¿Están sobre charcos de agua u otro líquido contaminante? Productos químicos y disolventes industriales, incluidos los aceites, la gasolina y el gasóleo, pueden dañarlos gravemente. Si detectas estos contaminantes en los neumáticos, deberás eliminarlos con abundante agua y un detergente suave.

2. Comprueba que la presión de aire es la adecuada. A pesar de no haber sido utilizados, tus neumáticos pueden haber perdido mucho aire durante este tiempo. Conducir con neumáticos con un nivel de presión inadecuado es peligroso, así que comprueba la presión de cada neumático e ínflalos si es necesario. La presión debe ser revisada en frío y, si está por debajo del 20 %, el neumático debe ser inspeccionado visualmente para comprobar posibles daños.

3. Limpiar cada neumático a fondo . El polvo y la suciedad pueden haberse acumulado y ninguno de ellos ayudará a tus neumáticos a rendir al máximo. Detergente, agua y un cepillo para neumáticos es todo lo que necesitas para quitarles la suciedad.

4. ¿Sabes qué es el flat spot? Si prevés que tu vehículo va a seguir parado durante un tiempo, lo mejor es que lo muevas ligeramente , de manera que su peso no recaiga todo el tiempo en la misma zona. Con unos pocos centímetros es suficiente y así evitaremos posibles deformaciones en el rodamiento por el peso.

5. Decide qué tipo de neumáticos te convienen. Dependiendo de dónde te encuentres y de tu rutina habitual, también deberías pensar en los neumáticos de verano. El clima ya no es el mismo desde que se inició el estado de alarma a mediados de marzo. Si normalmente usas neumáticos distintos para las temporadas de frío y calor, toca hacer el cambio. Cuando la temperatura exterior se mantenga constantemente por encima de los siete grados durante más de una semana, será el momento oportuno para cambiar a los de verano.

6. Comprueba los frenos. Es importante que te asegures de que los frenos no se hayan corroído y que no se atasquen, de que la batería no esté descargada (una de las causas más comunes de las averías) y de que las luces sigan encendiéndose y apagándose de forma correcta.

7. Comprobar niveles. Lo ideal sería que hubieras llenado los depósitos de líquido -- incluyendo el aceite, el líquido de frenos y el del limpiaparabrisas -- antes del confinamiento. Si no es así, ahora es el momento de hacerlo.

8. Inspección visual. También conviene revisar bajo el capó, sobre todo si el vehículo ha estado estacionado en el exterior. Un periodo de tiempo prolongado sin uso puede ser aprovechado por animales para cobijarse (como en el caso de los gatos callejeros) o para anidar en el caso de algunos insectos, como las avispas.

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