Penas de hasta seis años de prisión por intentar obtener el permiso de conducir de manera fraudulenta
También con una multa de seis a doce meses ya que hubiera supuesto un grave problema de inseguridad para el resto de usuarios que circulan por nuestras carreteras
Dos personas han sido consideradas «no aptas» en el examen teórico para la obtención del permiso de conducir que realizaban después de que la Guardia Civil de La Rioja, en colaboración con funcionarios de la Jefatura Provincial de Tráfico en Logroño, los sorprendieran, por un lado, copiando en la prueba valiéndose para ello de un pinganillo para obtener las respuestas correctas del examen; y otro, por suplantar la identidad de un compatriota.
Las actuaciones entre ambos organismos han vuelto a impedir que dos personas obtengan de manera fraudulenta las autorizaciones para conducir vehículos a motor, careciendo éstos de los conocimientos básicos y necesarios en materia de tráfico y seguridad vial, lo que hubiera supuesto un grave problema de inseguridad para el resto de usuarios que circulan por nuestras carreteras, según explican desde la web oficial del diario La Rioja .
Concretamente, el primero de estos ciudadanos, un varón de 48 años, natural de Senegal y vecino San Agustín de Guadalix (Madrid), fue detenido por agentes del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) de la Guardia Civil en La Rioja, como presunto autor de un delito de falsedad documental , al haber suplantado la identidad de un compatriota durante la realización del examen teórico del permiso de conducir de la clase B. De hecho, esta persona, que posee permiso de conducir español actualmente caducado, realizó el examen a favor de su compatriota con escasos conocimientos del idioma español siendo declarado «apto», por lo que gracias a la colaboración entre ambos organismos se ha podido evitar que obtenga el permiso de conducir sin los preceptivos conocimientos.
Contra el suplantado, un varón de 44 años vecino de Paracuellos del Jarama (Madrid), se han abierto diligencias como colaborador necesario e inductor de la misma tipología delictiva. Ambos se enfrentan a penas de entre seis meses y tres años de prisión y multa de seis a doce meses , según lo contemplado en el artículo 392 del Código Penal.
Pillado con pinganillo
El segundo es un varón de 39 años, natural de Larache (Marruecos) y vecino de Malgrat de Mar (Barcelona), que fue sorprendido cuando le facilitaban las respuestas del examen teórico a través de un teléfono móvil que tenía adherido a su cuerpo, en cuya cámara había pegado un botón de camisa debidamente manipulado . En uno los bolsillos tenía el dispositivo receptor que enviaba la señal de audio al diminuto audífono que portaba en el interior de su oído izquierdo, para recibir de forma «online» las respuestas correctas del examen que desde el exterior le facilitaba otra persona no identificada.
Es más, en el transcurso de estas actuaciones se llevó a cabo la detención y puesta a disposición judicial de otro varón 45 años, natural de Pamplona y vecino de Lodosa (Navarra). Agentes del GIAT tras comprobar su identidad durante el examen (que no aprobó), constataron que tenía en vigor una orden de detención e ingreso en prisión por un delito contra la Seguridad Vial , al haber conducido vehículo a motor sin haber obtenido nunca permiso o licencia de conducción.
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