Microhibridación: todo lo que necesitas saber de la tecnología de moda en los coches

Esta tenoclogía, denominada también Mild Hybrid, ya está disponible en cerca de 60 modelos debido a sus ventajas: reduce el consumo hasta un 15% y permite lucir la etiqueta ECO

U. Mezcua, P. Fernández, N. Soage

La electrificación ha llegado al automóvil para quedarse. Los coches 100% eléctricos , protagonistas por decenas de los últimos Salones del Automóvil, comienzan a llegar a las calles. Sin embargo todavía no son para todos los públicos, debido a su precio, aún elevado, y a su escasa autonomía . Mientras se solucionan estos problemas, los fabricantes han apostado por distintas tecnologías de hibridación para sus motores convencionales, diésel y gasolina.

Está la hibridación convencional (HEV), un concepto por el que apostó Toyota y al que también se están sumando, con sus propias tecnologías, marcas como Honda (CR-V) o Renault -con el nuevo Clio e-Tech-. Uno o varios motores eléctricos, alimentados por la energía cinética, que se almacena en una batería de capacidad media, no solo ayudan al motor térmico sino que llegan a impulsar las ruedas , bien en todo momento (hibridación en serie, puesto que el motor térmico únicamente se emplea para generar electricidad) o de forma ocasional (en paralelo), cuando el motor térmico y el eléctrico se alternan a la hora de impulsar el vehículo.

Un paso más es la hibridación enchufable (PHEV), con una batería de mayor capacidad que permite realizar recorridos de varios kilómetros (en torno a 50) en modo 100% eléctrico, pudiendo recurrir al motor de combustión cuando se desea realizar un recorrido de mayor distancia. Ejemplos de esta tecnología, en la que fue pionera Mitsubishi con el Outlander, se pueden encontrar en Peugeot, Opel, Renault, Ford o Audi.

Estas tecnologías, que recortan enormemente el consumo de combustible , también suponen, no obstante, un sobrecoste. Por ello, en los últimos meses ha cogido carrerilla la denominada microhibridación o tecnología Mild-Hybrid (MHEV) que, según los fabricantes, llega a ofrecer el 70% de las ventajas de los híbridos convencionales por un 30% de su coste. Presente ya en unos 60 modelos, consiste en añadir al motor térmico (diésel o gasolina) una pequeña batería y un generador de arranque integrado en la correa, denominado BiSG, en lugar de alternador.

Este equipamiento, que recupera energía de las deceleraciones y frenadas, permite reducir el consumo hasta un 15%, unos 0,4 litros cada 100 kilómetros . El BiSG, dependiendo del voltaje al que opere (12; 22,5; 24 ó 48 voltios), proporciona un impulso extra para iniciar la marcha, mantener el Star&Stop durante más tiempo, alimentar equipamientos eléctricos -desde el aire acondicionado hasta las barras estabilizadoras activas en los modelos deportivos- o incluso desacoplar el motor de combustión cuando se circula a velocidad constante. De paso, también garantiza la preciada etiqueta ECO sobre el parabrisas.

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