Lo que cuestan las averías del coche más comunes en invierno
Batería, neumáticos y accidentes de tráfico, entre las principales cuasas que dejan a los coches fuera de juego estos días
Las principales averías que aparecen durante los meses más gélidos del año son fáciles de prevenir con revisiones periódicas al taller y tomando pequeñas precauciones. Según el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), las averías más comunes en invierno son, en primer lugar, los accidentes. El mal mantenimiento de un coche o su antigüedad provocan una avería en el vehículo que desemboca en accidente de tráfico . Un ejemplo de los mas normales es el de la ruptura de la luna. Puede utilizarse un film de manera provisional hasta que el conductor lleve el coche al taller.
La electricidad también tiene que ver con todos aquellos problemas que derivan de un fallo tecnológico. Cada vez son más los coches que cuentan con sistemas eléctricos, por lo que es un tipo de avería que está aumentando. No necesariamente implica tener que llevar el coche al taller, puede existir una solución sencilla. Debemos atender a las luces de testigos para saber cómo actuar, y sopesar si el coche puede seguir circulando o no .
El motor también es el tipo de avería más común en carretera, concretamente la ruptura de los manguitos y conductos . Con el frío, se recomienda calentar el motor al ralentí. Esto se debe a que cada mañana al arrancar el coche, hay que esperar unos minutos para que el motor y los fluidos principales del vehículo (aceite, líquido de dirección, frenos…) alcancen un mínimo de temperatura. Si esto no se hace así, no se consigue la lubricación necesaria y se puede llegar a dañar todas las piezas móviles del motor. Depende del alcance de los daños el coste puede ser desde 1.000 euros hasta los 1.500 euros por gripar el motor, o en el peor de los casos dejándolo inservible.
Asimismo, los neumáticos . Tendrían que ser los elementos mas cuidados del vehículo , puesto que son los únicos que están en contacto con el asfalto. Pero no llevar los neumáticos en regla está a la orden del día. La presión no se comprueba, y la antigüedad puede hacer que la sujeción no sea la adecuada, haciendo que el coche derrape con mayor facilidad.
Es, de la misma manera, muy importante comprobar el estado del líquido refrigerante . Aunque una de las propiedades de éste es que es anticongelante hasta determinadas temperaturas, con el uso y el paso del tiempo va perdiendo propiedades. En caso de que éste se haya deteriorado es importante cambiarlo, si no puede no llegar a cumplir con su cometido de refrigerar el motor o en el peor de los casos llegar a congelarse. Un cambio a tiempo de este líquido cuesta unos 70 euros, según el vehículo. Si lo dejamos pasar y no lo cambiamos podemos ocasionar sobrecalentamiento del motor y ocasionar rotura de la culata llegando a costar hasta los 3.000 euros.
El aceite, el líquido de dirección o de frenos son fluidos vitales para el correcto funcionamiento del vehículo. Estos tienen que estar en perfecto estado y el coste de cambiarlos sale de media unos 49 euros.
Y finalmente, el funcionamiento de la batería . Esto es debido a que las bajas temperaturas, ligadas a un mal mantenimiento por no acudir al taller regularmente, imposibilitan el arranque. Además, si tiene más de 3 años de antigüedad, a pesar de no haber ocasionado ningún problema durante el verano corre el riesgo de quedar inhabilitada. Por ello, CEA aconseja comprobar la carga de la batería antes del invierno o cambiarla, si fuera necesario. El coste de esta intervención ronda de media los 230 euros.
Otros problemas
Durante el resto del año no hemos usado la calefacción en el coche, por lo que es normal que cuando llega el frío y nos disponemos hacer uso de él, éste no funcione correctamente. Esto puede deberse a que el radiador de la calefacción esté obstruido por culpa de los residuos sólidos que flotan en el circuito del refrigerante. En este caso es necesario hacer limpieza y carga del circuito y el coste de esta intervención es de unos 150 euros.
Además, el uso realizado durante todo el año produce un desgaste en las gomas de los limpiaparabrisas . Además, con las heladas del invierno, éstas pueden congelarse, quedándose pegadas al parabrisas y llegando a romperse al tratar de despegarlas o poner el sistema en funcionamiento. Sustituir las gomas a tiempo tiene un coste de 36 euros. Pero si lo dejamos pasar y ocasionamos que se rompa el limpiaparabrisas esto puede causar la anulación de éstos y su coste de sustitución ronda la media de 50 euros.
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