El coche de Enrique de Solís: «Encender un motor es un placer que disfruto fuera y dentro de autopista»
El hotelero incide en que su coche, un Jaguar F-Pace, «sobrepasa» sus expectativas de antes de adquirirlo: «Estoy muy sorprendido por su respuesta Off Road»
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El empresario Enrique de Solís , licenciado en Administración de Empresas Internacional y MBA x IE Business School, y con diez hoteles en España bajo la marca One Shot Hotels así como una firma de moda masculina en Madrid denominada The Seëlk , se considera un auténtico apasionado de los coches, «y no es broma», puntualiza en una entrevista para este diario. «Para mí, encender un motor es un placer y lo disfruto una barbaridad , tanto fuera como dentro de autopista. Una liberación y adrenalina pura. De hecho, soy de gasolina y motor que vaya agradable de CV«, subraya.
Con 30 años, se considera un buen conductor, de los que controla «bastante además en montaña, barro y dunas». Un entorno que le encanta y por el que sueña «con probar el nuevo Defender y llenarlo de agua y barro». Aunque está «encantado y feliz» con su modelo actual, un Jaguar F-Pace , un coche del que destaca «su versatilidad, su comodidad en un viaje Madrid-Sevilla e incluso en una sierra de montaña".
Además, su tamaño, es perfecto para que sea 'manejable' por una ciudad como Madrid«. El hotelero incide en que su coche »sobrepasa« sus expectativas de antes de adquirirlo: »Estoy muy sorprendido por su respuesta Off Road«.
No obstante, recuerda con nostalgia su primer coche, el primero en su vida de universitario, un «Toyota viejo de mi padre (al que nunca le dí un golpe), pero que cuando acabé la carrera mi regalo fue un Land Rover Freelander, que imagínate, ¡cómo de feliz estaba!», relata con como si fuera ese instante De Solís. Y confiesa que ese primer coche guarda algún que otro secreto : «Supongo que recoger a aquella chica que me encantaba y mostrarle el coche por primera vez con mi carné y decir ¡mira mi coche!«.
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A la hora de elegir un coche, para el empresario prima, en primer lugar, «la mecánica y luego la estética, ya que es importante disfrutar de la belleza de tu coche. Jamás tendría un coche feo». Incluso detalla que le gusta ir cambiando de color, aunque «el azul marino y el verde botella son mis favoritos». «Respecto a las emisiones, son importantes, pero la realidad es que un vehículo diésel hoy en día, es mucho más 'eco' y 'eficiente' que cualquier coche de gasolina de hace 5 años. Creo que estamos muy desinformados», manifiesta.
Su garaje esconde un coche, una moto vintage café racer y una bicicleta «fixie» . «No necesito más». Asimismo, es de los que prefiere ir al volante, «siempre». «Me fío siempre más de mí mismo que de cualquier persona al volante». Y como copiloto, al ser preguntado si es confiado, (entre risas) explica que «depende de con quién. A veces soy un poco 'pesadito' con el 'pon el intermitente', 'viene un coche por ahí' o 'ponte en el carril derecho y deja adelantar'».
Finalmente, el hotelero es de los que está seguro de que el coche dice mucho de su dueño: « ¡Lo dice todo! Ya te digo que para mí es un lifestyle, una forma de vida. Es como un reloj o el perfume que usas, dice muchísimo de la personalidad… incluso el color. Elegante, sofisticado, versátil».
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