Se ha evolucionado partiendo como base el atractivo cupé RCZ. Pero hay un pequeño segmento de mercado que exige un escalón más y a la marca del león no le ha quedado más remedio que añadir una R, que es el símbolo de deportividad. El nuevo RCZ R se convierte en el Peugeot más potente de la gama y se va a poder ver en el emblemático “Festival of Speed” de Goodwood, si bien la presentación oficial será en septiembre con ocasión del Salón de Fráncfort y se empezará a vender a primeros del año que viene.
El RCZ R ha sido desarrollado por Peugeot Sport como una versión de competición para poder ser utilizado en circuito pero es también un coche civilizado y se puede conducir sin ningún problema diariamente por ciudad o en una carretera abierta. Además de potente, el pequeño motor de 1.600 es económico de consumo para una conducción normal y solo emite 145 gramos por kilómetro, una cifra muy baja para ser un coche casi de competición. Cumple la exigente normativa Euro 6 para gases de escape.
Como en el caso de los motores de tres cilindros que utiliza el 208, Peugeot opta de nuevo por este concepto, conocido como downsizing, para el propulsor. Son bloques compactos y más ligeros pero que desarrollan un importante rendimiento, que en este modelo son nada menos que 270 caballos, una potencia considerable para una cilindrada de solo 1.6 litros.
Los 70 caballos suplementarios respecto al RCZ se han conseguido con numerosas nuevas piezas o evolucionadas para obtener mayores prestaciones para uso deportivo pero manteniendo la robustez de un motor de serie. El propio bloque se ha reforzado con un tratamiento especial para ser más robusto. La puesta a punto combina la exigencia de un circuito con el uso habitual en el día a día.
Es un motor con turbocompresor, inyección directa de gasolina y llama la atención que el par, de 330 Nm, se alcanza desde 1.900 hasta 5.500 revoluciones, un margen impensable para un deportivo y sí habitual en un utilitario. Esto se traduce en cifras que para hacerse una idea pasa de 80 a 120 kilómetros por hora en 6,8 segundos en sexta velocidad, un dato que no suele darse en un vehículo de estas características y que refleja su óptima capacidad de recuperación. El turbo y unos desarrollos del cambio específicos ayudan también en este aspecto.
El RCZ R acelera de cero a 100 en 5,9 segundos, el kilómetro salida parada lo cubre en 25,4 segundos y la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h. El coche es algo más ligero que su hermano el RCZ y con un peso de 1.280 kilos tiene una relación peso potencia de 4,7 kg/CV.
En el interior, y ya desde el umbral de la puerta firmado por Peugeot Sport, el carácter deportivo es innegable. Los pespuntes en rojo son una constante. Tanto en el salpicadero, como el cuero del volante, el fuelle de la palanca de cambios, los paneles de las puertas, los apoyabrazos y los asientos. Estos últimos, con un nuevo diseño deportivo muy extremo, están revestidos en una mezcla de cuero de plena flor Nappa y de Alcántara en negro y están decorados con el monograma “R”.
Interior muy deportivo
El volante de pequeño tamaño, la palanca de cambios corta con el pomo de aluminio con detalles en rojo y los nuevos asientos muy envolventes desarrollados por Peugeot Sport –con sujeción lateral reforEs la versión más deportiva del cupézada de acuerdo con el nivel de prestaciones del RCZ R – son una tarjeta de presentación del interior impecable.
El diseño exterior del coche hace volver la cabeza a cualquiera que le guste un poco el mundo del automóvil. La distancia al suelo se ha reducido aún más respecto al RCZ y con las espectaculares ruedas de 19 pulgadas la presencia es aún más impactante. El gran alerón trasero favorece un mejor apoyo aerodinámico y mejora la estabilidad a velocidades elevadas, al tiempo que prolonga la silueta hacia atrás. El difusor integra dos tubos de escape cromados.
Con unos faros sombreados en color titanio, el RCZ R se distingue por unos detalles deportivos y también puede llevar un techo de carbono brillante o satinado, adhesivos de carrocería y carcasas de los retrovisores en negro. El logotipo Peugeot rojo de la parrilla y el monograma R, tanto delante como en la parte trasera, completan la firma exterior exclusiva del RCZ R.
El centro de gravedad rebajado, la eficacia aerodinámica mejorada, unos reglajes de suspensión más rígidos y unos neumáticos Goodyear Eagle F1 Asymmetric 235 / 40 R19 optimizan la adherencia y garantizan un gran aplomo en carretera. Los elementos elásticos de las suspensiones adoptan unas nuevas leyes de amortiguación, con unos muelles más duros y una barra estabilizadora retrasada que permiten ofrecer una gran agilidad.
El diferencial Torsen de deslizamiento limitado permite explotar al máximo el generoso par en beneficio de la motricidad y ofrece al RCZ R una buena estabilidad en frenada y la posibilidad de mantener una trayectoria cerrada en el interior de las curvas.
Los frenos, con discos, de 380 mm de diámetro y un grosor de 32 mm, se montan flotantes en un soporte de aluminio. Destaca por una corta distancia de frenada, con menos de 61 metros para parar de 130 a 0 km/h. Además de mejorar la frenada se han diseñado para que refrigeren bien en conducción deportiva, lo que contribuye las ventilaciones internas del disco cuya optimización es el resultado de la experiencia del especialista Alcon en competición.