FotosOpel presentará en primicia mundial su nuevo Insignia OPC en el Salón de Fráncfort. El modelo, que pasa a ser el tope de la gama, se estrena en la muestra germana con una tarjeta de presentación de lo más llamativa. Tecnología de última generación, carrocería atractiva, amortiguación ajustable, 325 caballos y tracción a las cuatro ruedas.
El nuevo Insignia OPC se comercializará además con carrocería familiar (la que aparece en las fotos). Sin duda sorprendente ofrecer un station wagon con tal cantidad de caballos pero en Opel las siglas OPC son sinónimo de elevadas prestaciones y modelos con un carácter acentuadamente deportivo. En este modelo, el frontal y la parte posterior se han rediseñado con elementos específicos de OPC como los detalles de “dientes de sable” en el parte delantera y las salidas del escape integradas en la trasera.
Para conseguir transmitir de la mejor forma esa elevada potencia a las ruedas, el chasis se ha adaptado, principalmente en el eje posterior –al igual que en las demás versiones de la nueva familia Insignia – donde los ingenieros han modificado alrededor del 60 % de los componentes. Además, todos los ajustes y medidas frente al ruido y las vibraciones han mejorado con elementos de mayor calidad.
El nuevo software del control de estabilidad permite una puesta a punto aún más dinámica, con ajustes específicos para reducir las reacciones al subviraje. Toda la electrónica se modifica en el conjunto de la amortiguación del chasis FlexRide con ajustes diferentes para responder a las necesidades del conductor y mejorar el comportamiento. Esta programación específica de OPC optimiza el dinamismo de conducción y permite una respuesta más rápida y precisa frente a diferentes maniobras y condiciones de la carretera.
Con caja de cambios manual y tracción a las cuatro ruedas, el Insignia OPC acelera de 0 a 100 km/h en 6 segundos y alcanza una velocidad máxima que se limita a propósito a 250 km/h. El consumo combinado es de 10,6 litros cada 100 km y las emisiones son de 249 g/km. Se ofrecerá una versión sin limitador, con una velocidad máxima de 270 km/h. La versión familiar, denominada Sports Tourer, pierde algunas décimas en las prestaciones por su mayor peso.
Destaca también el apartado de frenos. Los ingenieros de la marca han optado por el especialista Brembo, que es toda una garantía y bien conocido en el mundo de la competición. El sistema asegura una rápida y potente deceleración con la máxima estabilidad y con gran resistencia al uso intensivo por la utilización de los discos perforados.
En cuanto a la transmisión, Opel ha optado por un sistema de tracción a las cuatro ruedas y un diferencial autoblocante electrónico para asegurar un óptimo comportamiento en curva. Un sistema electrónico que se adapta constantemente a las condiciones en la carretera y varía la distribución de par desde 0 al 100 % entre los ejes delantero y trasero, así como entre las ruedas posteriores.
El habitáculo se caracteriza por toda una serie de detalles habituales en competición pero combinado con el estilo propio de los modelos alto de gama. Destacan los asientos Recaro, muy envolventes y disponibles en cuero y con función de memoria, la palanca de cambios OPC y un panel de instrumentos y consola central completamente nuevos. Además de la información básica, hay indicadores para la presión de aceite y su temperatura, la carga de la batería, la posición del pedal del acelerador, la fuerza de frenado o la aceleración g en la pantalla opcional de ocho pulgadas.
El volante, también de nuevo diseño, equipa levas para el cambio si se trata de un modelo con caja de cambios automática. Si las levas de cambio no se accionan por un periodo superior a los 12 segundos, el coche sigue funcionando en modo automático. De esta forma el nuevo Insignia OPC combina confortablemente las ventajas del funcionamiento manual y automático.
