La electrónica avanza cada día más. El ejemplo más claro se demuestra en la nueva gama Brutale de Agusta. “Máquinas” desarrolladas para satisfacer al usuario más exigente con motores de cuatro cilindros donde las prestaciones son el objetivo prioritario. En este tipo de motos, el sistema antibloqueo de frenos estaba poco menos que prohibido hasta hace poco por su poca eficacia en conducción deportiva.
Pero la evolución de Bosch con el ABS es imparable y se empieza a demostrar en estas Agusta Brutale que es lo más próximo a la competición. Esta nueva unidad electrónica es compacta y se caracteriza por los sensores de presión interna que trabajan conjuntamente con otros sensores independientes de velocidad en las ruedas, para una mejora en la toma de datos que actúan en el sistema de control de la moto. Este sistema ofrece la ventaja de poder optar por un modo normal u otro deportivo.
El ABS ha sido desarrollado con el objetivo de alcanzar la más segura y eficaz deceleración, independientemente de las condiciones de conducción y sin pérdida en la distancia de frenada; además, con la progresividad conocida en todas las MV Agusta Brutale. En sus tres versiones 1090, Brutale 1090 R y Brutale 1090 RR, el sistema ABS puede ser desactivado por el conductor, gracias al software de control de la moto, a través del menú visible en la instrumentación. Adicionalmente, en la Brutale 1090 RR se dispone del modo “deportivo”, que puede ser utilizado específicamente para el circuito o para una conducción mucho más exigente en carretera.