Pensado para circuito, aunque se puede utilizar a diario en carretera, es un Mini muy especial. La denominación John Cooper Works, que es la división de competición de la marca, ha realizado un modelo muy deportivo con 218 caballos de potencia. Es el vehículo ideal para iniciarse en las carreras.
El Mini John Cooper Works GP es el modelo más deportivo y rápido de la marca. Se presenta en el próximo Salón de París y se trata de una serie especial limitada solo a 2.000 unidades. Es por tanto “pieza” para el coleccionista, que hay muchos en el pequeño modelo británico. Lo que está claro es que no es un vehículo para todos los días o para llevar los niños al colegio, sobre todo, porque las plazas traseras se han eliminado.
Su motor turbo de 1.6 litros y cuatro cilindros desarrolla una potencia de 218 caballos. Algunas características como la suspensión es regulable, el sistema de frenos especialmente reforzado, las llantas de aleación ligera y los neumáticos deportivos garantizan máxima satisfacción para el conductor y van a transmitir buenas sensaciones para el joven que quiere empezar en el mundo de la competición.
Las peculiaridades del motor son: bloque en aluminio, pistones reforzados, culata mucho más resistente, cigüeñal aligerado y válvulas de escape con carga de sodio. El turbo genera una presión de carga elevada pero con la ventaja de que a partir de 1.750 rpm entrega su par máximo e incorpora además overboost, para mejorar la capacidad de aceleración.
Con un peso de 1.160 kilos este Mini ofrece unas aceleraciones espectaculares y es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos. La velocidad máxima es de 242 km/h. Igualmente brillante es la cifra de recuperación de 80 a 120 kilómetros por hora en quinta: 5,9 segundos.
Suspensión regulable
Gracias a la amortiguación regulable se puede reducir la altura del coche en hasta 20 milímetros. Otras modificaciones de la suspensión, como caídas o la convergencia se regulan fácilmente para conseguir el mejor compromiso entre estabilidad y paso por curva en circuito. El sistema de frenos del Mini John Cooper Works GP garantiza una excelente eficacia. Cuenta con pinzas fijas de seis bombines y discos ventilados de 330 milímetros delante y discos posteriores.
Este Mini se reconoce por el color gris metalizado, exclusivo para este modelo. La entrada de aire del capó tiene un marco en rojo. Los espejos retrovisores exteriores también son del mismo color, así como las entradas laterales de aire del faldón delantero. El emblema de John Cooper Works se encuentra en la entrada de aire frontal y sobre la tapa del maletero. El difusor trasero se suma al revestimiento de los bajos y al alerón en el canto posterior del techo para reducir en un 90 % las fuerzas que el flujo de aire aplica sobre ese eje.
En el interior, los asientos deportivos Recaro, van provistos de costuras de diseño especial. Destaca el volante deportivo de cuero John Cooper Works y el pomo de la palanca de cambios con anillo cromado y esquema de las marchas en rojo. El guarnecido del techo en antracita, el revestimiento interior en negro, así como las esferas del velocímetro del cuentarrevoluciones también en antracita; todo en tonos oscuros para no desviar la atención del conductor.
El precio de venta recomendado en España será de 41.700 euros.