La fusión de la motocicleta con el scooter se llama Integra, según los ingenieros de Honda. Muchos usuarios demandaban un vehículo que combinara las prestaciones de una motocicleta, con el confort y la protección de un scooter. La marca japonesa Honda acaba de sacar al mercado un producto que combina lo mejor de ambos segmentos. La Honda Integra es una moto en el sentido más amplio de la palabra, pero su protección aerodinámica, la postura de conducción, y su facilidad de manejo en la ciudad, le otorga las ventajas de los grandes scooters. Utiliza un motor de 670 Cc. asociado a una transmisión automática de doble embrague que permite tres posibilidades de uso. La moto se puede conducir en modo completamente automático con dos variantes: S para conducción deportiva, o D para una utilización económica en autopista. También se puede ir cambiando de marcha mediante unos gatillos situados en la parte derecha del manillar, lo que equivale a un cambio secuencial.
La parte dinámica de la nueva Integra se beneficia de un bastidor muy flexible que perdona algún que otro error de conducción. Es muy estable y segura, y sus ruedas de gran tamaño unidas a unas suspensiones de largo recorrido, contribuyen a facilitar el manejo de la moto a conductores noveles.
Al igual que la mayoría de los scooters, la Integra permite guardar un casco bajo el asiento, y además también dispone de una guantera frontal para colocar pequeños objetos, junto con una toma de corriente.
La posición de conducción es muy cómoda, y el piloto va bien protegido del viento gracias a una cúpula elevada. La posición de los pies se puede variar a lo largo de una plataforma lateral a elección del piloto.
El motor cubica 670 Cc., y su consumo mixto es de 3,6 litros de gasolina a los 100 kilómetros.
El sistema de frenos es muy efectivo, e incluye el control de la frenada delantera y trasera, que se puede completar en opción con el tradicional ABS.
