Cómo activar el avisador de radares en el navegador de Google Maps
La popular aplicación permite elegir las mejores rutas en carretera, y alerta para que no superes los límites de velocidad establecidos en cada carretera
El tradicional radar con trípode ha ido cediendo terreno ante la llegada de nuevos elementos que son conocidos por ser casi invisibles o incluso por captar varias velocidades para impedir el efecto frenazo. El objetivo es que todos los conductores respetemos los límites establecidos en cada carretera, ya que el exceso de velocidad sigue siendo uno de los factores más importantes en el número de accidentes.
Los límites pueden variar desde los 45 km/h y hasta los 120. La normativa de Tráfico recoge que la velocidad genérica máxima para turismos y motos en autopistas y autovías es de 120 km/h ; en carreteras secundarias, de 90 km/h y en vías urbanas de 50 km/h.
Para evitar superar la velocidad máxima y así conducir con mayor seguridad durante estas vacaciones, una de las aplicaciones más populares utilizadas como navegador, Google Maps, permite que recibamos un aviso en la pantalla del móvil cuando nos estemos acercando a alguno de los radares de la DGT .
La DGT prohibe informar de la ubicación de los radares móviles, por eso en Google Maps aparece el tramo donde suele ubicarse un radar móvil, pero no el lugar exacto.
Para poder ver los radares de la Direccón General de Tráfico es necesario activar este servicio en la aplicación del teléfono móvil. Para ello deberemos acceder a Google Maps y establecer el destino al que quieras llegar, tal y como hacemos habitualmente en el navegador..
A continuación, sobre la ruta propuesta trazada de color azul, aparecerán distintas etiquetas con el icono de un cinemómetro, indicador de la presencia de un radar . Al hacer «zoom» en el mapa, la aplicación muestra indicaciones sobre los distintos radares ubicados a lo largo del trayecto.
Si pulsamos sobre cada uno de los radares, se abrirá una ventana de información en la que se puede ver el tipo de radar que es y la última vez que se actualizó su presencia.
La aplicación envía una alerta cada vez que nos acerquemos en nuestro coche a uno de los radares señalizados. La App muestra los radares fijos a través del cinemómetro de color naranjal y los radares móviles los señala mediante una indicación en color azul.
Dónde se suelen colocar los radares móviles
La Dirección General de Trafico (DGT) cuenta con radares fijos, anunciados por la propia página del organismo y conocidos por la comunidad de conductores, con la finalidad de evitar que en tramos donde un exceso de velocidad puede suponer un peligro para la conducción, no nos «despistemos» a la hora de pisar el acelerador . Es por ello por lo que también se despliegan otros tantos del tipo móviles, que ya es más complicado conocer de antemano dónde nos los podemos cruzar.
Las zonas más habituales donde se suelen instalar los radares son las siguientes:
Autovías y autopistas: obviamente son el objetivo principal de estas campañas, ya que son tramos que «invitan» a que en determinadas rectas o sin un tráfico denso, aligeremos la marcha. Entre las «favoritas» para situar en ellas un radar de tipo móvil encontramos la A3, la A6 y la AP-7, normalmente situados a partir de los 10 kilómetros de las salidas de las grandes ciudades. ¿Y por qué a 10 kilómetros? Porque es la distancia media en la que ya no encontramos embudos de entrada y salida, el tráfico es más fluido y comenzamos a confiarnos ante las grandes rectas que nos esperan.
Zonas de cambio de velocidad: en estos tramos no es que estemos relajados, es precisamente por el motivo contrario: debemos pasar de un estado más tranquilo como el que proporciona las grandes rectas de las autopistas, a un estado menos confiado, como el que debemos mantener en las entradas y salidas de las poblaciones, donde mantener una velocidad propia de autovía o autopista genera mucha peligrosidad. También se produce el mismo efecto en vías secundarias que nos introducen en una población o nos incorporan a las autovías.
Puentes o quitamiedos: para concienciarnos sobre aminorar la velocidad cuando toca, ya tenemos los radares fijos e incluso los letreros luminosos. La funcionalidad de los radares móviles el alertar sobre los peligros de una velocidad inadecuada a quienes frecuentan pisar el acelerador o se despistan en según que tramos. Por ello, existen ciertos lugares predilectos para la Guardia Civil a la hora de cazar imprudentes. Es el caso de los puentes u ocultos tras los quitamiedos, frecuentes en vías como la A66, la A4 a la altura del aeropuerto de Sevilla (donde se conjugan todos los factores para situar un radar: entrada a una gran ciudad, incorporaciones y cambio de velocidad, etc.), la A3 a la altura de Requena o la AP-7 a la altura de Alicante.
Enlaces de autovías con diferentes limitaciones de velocidad: precisamente para que el cambio de velocidad, pese a la vía, se lleve a cabo como toca, es frecuente que los radares móviles se sitúen en intercambios de autovías donde las limitaciones de velocidad son distintas. Es el caso, por ejemplo, del enlace de la A6 con la AP9, en La Coruña, donde se debe reducir de 120 a 80 kilómetros/hora.
Tramos de autovía con velocidad reducida: en la misma línea que el caso anterior, es probable que un radar móvil se sitúe en tramos en los que, a pesar de situarnos en la misma autovía, debemos reducir la velocidad. Es el caso de las salidas de los túneles, sobre todo aquellos que concentran más tráfico como es el caso de los túneles de Piedrafita en la A6, los túneles de Ribadesella en la A8, o los túneles de Vallvidrera en la C-16, a la altura de Barcelona.
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