Qué anticongelante es el más adecuado para tu coche
Es esencial llevarlo a punto, sustituirlo cada cierto tiempo y comprobar que no fuga para evitar averías serias, sobre todo en la junta de la culata
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El invierno no es la época más crítica en relación al anticongelante, al contrario de lo que su nombre invita a pensar, porque su función radica en la refrigerar la mecánica. Por ello, cuando más se desgasta es en época estival. Otra misión es inhibir la corrosión de los componentes de refrigeración a menudo conformados por una gama de metales electroquímicamente incompatibles (aluminio, hierro fundido, cobre, soldaduras de plomo...).
El líquido refrigerante o anticongelante se añade al agua del circuito de refrigeración de los motores térmicos de gasolina o diésel (en realidad, los de todos los coches, salvo si son eléctricos) para que funcionen expuestos a temperaturas extremas. Está compuesto por químicos que reducen el punto de solidificación, lo que permite que la mezcla congele a una temperatura más baja que el agua.
Es un componente de larga duración que, en condiciones normales y buen funcionamiento del propulsor, no requiere añadir. Es más, no existe una periodicidad exacta para sustituirlo, aunque hay que hacerlo porque va perdiendo propiedades con el paso del tiempo y el uso del vehículo. Según SPG Talleres , no debería sobrepasar los 40.000 o 50.000 km o los 2 años de uso . Cuando se sobrepasen estos términos se corre el riesgo de reducir la vida útil del motor. Cambiando el líquido anticongelante antes de esas cifras evitamos la corrosión y la oxidación, los principales problemas.
En primer lugar, los anticongelantes orgánicos duplican en durabilidad a los inorgánicos (doble duración en el kilometraje anual). Los orgánicos además tienen aditivos que protegen de una forma más efectiva diferentes materiales como plásticos o aluminios. Además, no contienen nitratos ni silicatos ni fosfatos y generan muchos menos depósitos sólidos. Y cabe resaltar que nunca se debe mezclar un anticongelante orgánico con uno inorgánico, la reacción puede provocar grandes cantidades de espuma y la formación de burbujas que a la larga van a deteriorar gravemente los materiales del motor y sus conductos.
Asimismo, ¿qué características debe tener un buen refrigerante? El líquido anticongelante no lo vamos a ver al 100%, es decir, puro. Se mezcla con agua destilada para conseguir un líquido refrigerante y se caracteriza por sus propiedades. Propiedades adecuadas del líquido en sí, es decir, que no se formen espumas o que si se producen desaparezcan al instante, que tenga una viscosidad baja que permita fluir al líquido por los conductos sin la menor resistencia.
También debe ser anticorrosivo y que no se formen depósitos sólidos de calcio o magnesio. Es más, evidentemente tanto capacidad calorífica, que aguante el calor lo máximo posible, la temperatura ideal suele rondar aproximadamente los 90 grados; como baja temperatura de congelación, que no se produzca un aumento del volumen del líquido. De producirse un aumento del volumen se podrían rajar o deteriorar los conductos.
Finalmente, alta temperatura en ebullición (siempre por encima de la temperatura del motor y de la temperatura máximo que puede llegar este antes de su desintegración).
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