Cambio de rumbo en Alfa Romeo. La marca opta por competir en el corazón del mercado premium. Parece que se acabaron las grandes producciones en serie y el fabricante italiano se especializa en modelos exclusivos, con una producción limitada y fabricados de forma prácticamente artesanal.
Es el caso del nuevo 4C, que marca el inicio del plan de crecimiento global de Alfa Romeo que, junto a futuros modelos, se presenta como una marca global. El nuevo modelo se va a vender en EE.UU. a finales de año aunque primero se enseñará en el Salón de Los Ángeles en noviembre. En Europa, las primeras entregas del Alfa Romeo 4C están previstas para la segunda mitad de septiembre. Simultáneamente a la introducción en el mercado norteamericano, el 4C se comercializará en los principales mercados mundiales.
La producción del nuevo modelo se limita a solo 3.500 unidades - 1.000 para Europa - debido a las condiciones relacionadas con las soluciones técnicas y tecnológicas adoptadas. El 4C se fabrica en la planta de Maserati de Módena que garantiza la máxima calidad y una atención por los detalles a un nivel casi artesanal. Gracias a las sinergias internas del grupo Fiat - Chrysler, la cooperación entre las dos marcas se ha desarrollado bajo un punto de vista de integración entre las funciones de diseño de Alfa Romeo y las productivas de Maserati.
El nuevo 4C parte desde cero. El objetivo principal en su desarrollo ha sido crear un super deportivo compacto pero “asequible”, lógicamente con la esencia deportiva propia de la marca. Excelencia técnica, máximo placer de conducción y seguridad, prestaciones y diseño son los puntos básicos de inicio. Diseñado en el Centro de Estilo de Alfa Romeo, el coche es un cupé de dos plazas que emplea materiales derivados del exlusivo 8C y destaca por su extrema ligereza.
Menos de 900 kilos de peso
Sorprende que la marca italiana no haya facilitado aún las características completas del 4C si bien anuncia una longitud de unos cuatro metros y una distancia entre ejes inferior a 2,4 metros. Tampoco comunica la potencia pero sí confirma una relación peso/potencia inferior a 4 kg/CV y un peso de 895 kilos; una sencilla operación nos orienta una cifra en torno a los 230 caballos.
El motor es el nuevo 1.750 de gasolina con turbo e inyección directa y bloque de aluminio, mientras que para la caja de cambios se recurre al sofisticado cambio automático de doble embrague en seco "Alfa TCT" y el selector Alfa D.N.A. con el inédito modo Race.
El Alfa Romeo 4C se inspira en el glorioso pasado de la marca. De hecho, la denominación '4C' recuerda la gran tradición deportiva en los años 30 y 40 con los modelos 8C y 6C tanto de competición como de carretera, equipados con el potente ocho cilindros y el innovador seis cilindros.
Con esa cifra de peso inferior a los 900 kilos, el 4C es uno de los coches más ligeros del mundo. Para conseguirlo, se ha optado en su fabricación por materiales como el aluminio, acero, SMC aligerado y fibra de carbono. Este último asegura la mejor eficiencia entre peso y rigidez. Por esta razón, se ha elegido para el monocasco con función estructural que constituye la célula central portante del bastidor. Se trata de una solución adoptada por otros grandes superdeportivos, que combina ahorro de peso y prestaciones excelentes; de hecho, el monocasco pesa únicamente 65 kilos.
La utilización de materiales que mejoran la rigidez torsional caracterizan todas las partes estructurales del Alfa Romeo 4C. Un ejemplo es el uso de aluminio para la jaula de refuerzo del techo, las estructuras delantera y trasera y los discos de freno delanteros, de tipo híbrido con campana de aluminio y corona en fundición de hierro. Se asegura hasta dos kilos de reducción de peso por disco, además de mejorar la frenada.
Para la carrocería se ha utilizado el SMC, un material compuesto de baja densidad y alta resistencia con el que se ha logrado reducir el peso un 20 % en comparación con la tradicional chapa de acero. El Alfa Romeo 4C es el primer vehículo en serie con un porcentaje tan alto de este material. A diferencia del aluminio, no se deforma en caso de pequeños golpes y resiste muy bien a los productos químicos y agentes atmosféricos. Y dispersa muy bien el ruido, con ventajas en el confort acústico.
También para el cristal se emplea lunas más delgadas, como media un 10 % más ligeras en comparación con las utilizadas habitualmente en un vehículo, lo que permite una disminución de peso como media del 15 %. Además, el parabrisas tiene solo un grosor de cuatro milímetros, un buen resultado sobre todo si se tiene en cuenta la forma especialmente aerodinámica de la carrocería.
En la planta de Maserati, el Alfa 4C requiere un tiempo de “procesamiento” mínimo de 20 minutos frente a solo 50 segundos que serían necesarios en cualquier fábrica muy robotizada de producción en serie. También llama la atención la sala de metrología, con más de 400 puntos de medición para controlar la calidad de la carrocería. Una vez terminados y superada el área de verificación, todos los 4C pasan una prueba en carretera de 40 kilómetros en manos de un experto piloto.
