El primero en golpear fue Jorge Lorenzo, también el primero en golpearse. El mallorquín empleó la misma táctica que en la pasada temporada, que no es otra que salir, ponerse primero y tirar como si estuviera poseído. Sin embargo, algo ha cambiado en MotoGP, las ruedas, y éstas no soportaron el arreón inicial del '99'. Su dureza, las bajas temperaturas y el excesivo ímpetu del subcampeón acabaron con sus huesos en el asfalto catarí.
Fue una carrera de eliminación, ya que pasadas las vueltas también abandonaron por caída Andrea Iannone, Stefan Bradl y Bradley Smith, todos ellos rodando en un grupo de cabeza más colorido y variado que nunca. Sobrevivían por delante Márquez y Rossi, que acabaron jugándose la carrera, mientras que Pedrosa y Bautista iban a jugarse el cajón restante del podio.
A falta de dos vueltas para el final Valentino Rossi atacó a Márquez y le pasó, pero el de Cervera replicó dos curvas después con un movimiento entre maestro y dejó la carrera sentenciada, ya que cogió los metros suficientes para evitar el rebufo de la Yamaha en la recta final.
Tras ellos, un discreto Dani Pedrosa que se fue aprovechando de las circunstancias y de una postrera caída de Bautista e hizo tercero, por delante de un sorprendente Aleix Espargaró, que pese a que salió retrasado hizo buenos los tiempos y los ritmos de los entrenamientos para acariciar el podio.
