El año pasado cumplió su gran reto: debutar en la categoría reina. Era el objetivo que su padre, Helmut Bradl, un piloto que destacó por su trabajo sacrificado sobre una moto, le inculcó desde niño. Su hijo, Stefan Bradl (Ausburgo, 29-11-89) cumple también con el requisito de papá. Se dedica en cuerpo y alma a mejorar su rendimiento sobre la Honda LCR. Octavo en la temporada de su estreno al más alto nivel, Stefan espera mejorar sus posiciones en el campeonato que comienza ahora. En los entrenamientos de pretemporada ya ha brillado cuando el agua eliminó las diferencias técnicas entre monturas.
Bradl es un piloto regular. Con mucha cabeza fría. No arriesga. Prefiere sumar puntos. Nunca se jugará una caída por ganar, como hace Márquez. Ahora desea estar entre los cinco primeros del Mundial de MotoGP. Su meta es ambiciosa, porque deberá superar a Bautista y Crutchlow.
Ascendió a la cilindrada absoluta en 2012 después de adjudicarse el título de Moto2 en 2011. Y quiere asentarse como un piloto de la máxima categoría.
El alemán comenzó su andadura en el Mundial en 2006, en 125 centímetros cúbicos. En 2008, en su tercer curso en el "paddock", disfrutó de un salto de calidad. Ganó dos grandes premios y finalizó cuarto en la clasificación general. En 2009 ya no rindió en la cilindrada pequeña, porque su crecimiento le hacía demasiado grande para la moto. Su anhelo de un título quedó detenido. Tenía que ascender de cubicaje para intentarlo.
Subió a Moto2 en 2010. Y destacó desde el principio. Venció en Portugal. Había progresado mucho como piloto. En 2011 eligió un chasis ganador, el Kalex, con la meta de ser por fin campeón. Lo fue, aunque Márquez le superara en triunfos y en espectáculo. Stefan se hizo con la corona gracias a su regularidad. Y a la fortuna, pues Marc se lesionó en un ojo y no pudo correr en el final del campeonato. Era el primer alemán que celebraba una corona mundial desde que Dirk Raudies ganó en 1993 en la cilindrada del octavo de litro.
Dos años después, su fin es consolidarse como un piloto de MotoGP. Tiene una buena máquina, la Honda LCR. Debe aprovechar ese potencial. Es su segundo año en MotoGP. Tiene que mejorar para alcanzar esa confirmación.