Randy De Puniet (Yvelines -Francia-, 14 de febrero de 1981) está acostumbrado a vivir la vida al mismo ritmo que traza las curvas cuando se sube al carenado de su moto en el Mundial de Motociclismo. Su destino estaba marcado desde que vino al mundo. Sus padres, grandes aficionados al mundo de las dos ruedas, le llamaron Randy por su adoración hacía el mítico Randy Mamola y su 'enfant terrible' no podía defraudarles.
Comenzó destacando en la modalidad de scooters, pero muy pronto se le quedó pequeña, por lo que el joven parisino se dedicó a dominar los campeonatos franceses de motociclismo de la segunda mitad de la década de los noventa, justo antes de dar el salto a profesionales.
Tenaz y competitivo, a De Puniet le espera este año uno de esos atractivos retos que tanto han proliferado a lo largo de su carrera: Desarrollar la Aprillia CRT del equipo de Aspar tras no lograr domar la Ducati Desmosedici del equipo Pramac Racing. Espera demostrar que el chico alocado fuera de los circuitos y e irregular dentro de ellos que soñaba con emular a su ídolo Kevin Schwantz ha encontrado la madurez necesaria para luchar de forma permanente entre el grupo de pilotos que observan desde la lejanía la lucha por el título en MotoGP sin perder la motivación y la constancia que le empujen a la cola del pelotón.