Si recorres el paddock escuchando lo que se comenta y se cuchichea en cada box, seguro que enseguida reconocerás donde se aloja Colin Edwards. El norteamericano es uno de los tipos más espontáneos y extrovertidos del Mundial y sus carcajadas, cuando está de buen humor, se escuchan casi por encima del rugir de los motores. Por algo lleva el sobrenombre de ‘El tornado de Texas’.
Colin Edwards no deja indiferente a quien le conoce. Mastica tabaco, su mejor película es ‘Resacón en las Vegas’, come pizza, prefiere vivir en el motorhome que en un hotel, su coche preferido es el Mustang de 1967, tiene nada menos que 35 armas en su casa entre fusiles y pistolas además de unas 20 motos, odia el gimnasio, tiene un rancho ’Tornado Texas’, apareció en un episodio de ‘Friends’ y el personaje histórico al que le gustaría conocer es a Elvis Presley. O le adoras o le odias, no hay término medio.
Y es que Colin Edwards es de Houston, Texas. Y eso imprime carácter. Hay americanos, norteamericanos, estadounidenses y luego, por supuesto, tejanos. Es como ser de Bilbao, pero en los EEUU. Naturalidad, orgullo, con un escaso sentido del ridículo, buen humor y dedicación ‘a sus cosas’. Colin Edwards nació en Houston un 27 de febrero de 1974. Su padre, australiano, trabajaba como mecánico y también hacía sus pinitos como piloto aficionado. Asi pues, desde niño, Colin se paseó entre motores. El gigantesco estado de Texas se convirtió en su casa ya que comenzó acudir a competiciones de motocross y a ganarlas. La caravana, la moto y la competición comenzaron a ser parte de su vida. Con 16 empezó a salir de novio con Alyssia, una jovencita texana, amiga de la familia de toda la vida. Y en el tradicional y conservador Texas las cosas se hacen como deben hacerse. Si tienes novia formal, te casas. Y forman una pareja de lo más peculiar. De recién casados incluso posaron desnudos, eso si, sin enseñar nada que no tuviese que verse, que el mojigato Texas no lo permitiría. Ambos se asombran de la expectación que generan en el Mundial porque a pesar de todo siguen perteneciendo al profundo Texas, donde las cosas se ven mas naturales. Asi, el paddock no se extraña de declaraciones como la de Alyssia cuando afirmaba que su marido no había cambiado absolutamente nada desde que le conoció: “Todavía me hace reir y además está pensando en sexo todo el tiempo”.
Edwards, doble campeón del mundo de Superbikes, aspira a ganar al menos una carrera en MotoGP. Es su gran ilusión desde que en 2003 accedió al Mundial de Moto GP. Ha subido al podio en once ocasiones y ha logrado tres 'poles', pero siempre a la sombra primero de Gibernau y después de Rossi. Por eso cambió de escudería y se marchó al hermano pobre de Yamaha, Tech 3, donde en su primera temporada logró un par de podios y en la siguiente incluso acabó quinto en la general del Mundial, pero los dos últimos años han sido un auténtico suplicio. Y mucho más aún cuando en octubre del 2011 se vio envuelto junto con Rossi en el accidente mortal que le costó la vida a Marco Simoncelli en Malasia. Pero la vida continúa para este texano y la temporada pasada decidió dar un carpetazo a su carrera para pasarse a un nuevo equipo, el NGM Forward Racing, donde es el único piloto de MotoGP con una máquina Sutter experimental a la que volverá a intetar sacar el máximo partido. Y domar caballos es algo que siempre la ha gustado a un vaquero del profundo Texas.