Si alguna frase se ha repetido hasta la saciedad desde que acabara el Gran Premio de Italia es que los pilotos españoles ven Montmeló el equivalente al punto de inflexión en el Campeonato del Mundo de motociclismo. Cataluña se presenta como la oportunidad ideal para zanjar viejas rencillas o apostar por otras nuevas. En el primer caso se encuentran Valenino Rossi y Jorge Lorenzo. Este viernes se cumplen cuatro años desde la última vez que ambos pilotos compartieron duelo en suelo catalán bajo una misma marca. Aquella carrera todavía se recuerda hoy día en la mente de los aficionados y de los propios corredores. Quien se lo perdió sigue buscando el vídeo para memorizarlo.
En 2009, bajo el influjo de las Yamaha M1, el italiano y el mallorquín protagonizaron una lucha sin parangón en la que se pasaron durante 16 veces casi consecutivas -cuatro de ellas en la última vuelta-, en la que ‘Il Dottore’ acabó venciendo por 96 milésimas. Nada más finalizar los compañeros de boxes se reconocieron mutuamente por lo la gran carrera protagonizada. ‘Vale’, siempre fiel a su estilo burlón, fue más allá y comparó su forma de actuar aquel mediodía con el gol de Maradona partiendo del centro del campo ante Inglaterra en el Mundial de Argentina de 1978. Aficionado al fútbol como cualquier buen transalpino, Rossi decidió erigirse el astro rey del motociclismo. Aquella batalla era lo que necesitaba para consagrarse como el mejor. Todo genio siempre precisa de un gran enemigo para poder dirimir quién pasa a la historia de un deporte y quién no. Ese día el de Urbino colocó de manera definitiva su nombre en el mapa de los míticos pilotos sobre las dos ruedas gracias a Lorenzo.
Desde el escenario, en aquel escenario, se encontraba un joven de Cervera que vibró como uno más. Ahora el jovenzuelo se encuentra en mitad de su propia batalla, entre rivales que vuelven a ser compañeros y camaradas del mismo equipo que poco a poco se están convirtiendo en contrincantes. Márquez es el apellido que está en boca de todos desde que arrancara el Mundial en MotoGP y también lo ha estado en la de Pedrosa durante las últimas dos semanas. Al finalizar en Mugello, Dani Pedrosa se deslizó con unas declaraciones definitorias que hacían presagiar un acercamiento de tormenta en Honda. Acusó con su informalidad característica a Marc Márquez de copiarle en los test de desarrollo de la moto que comparten. De ahí que los números del ilerdense hayan mejorado a costa del trabajo de Dani. Al menos eso es lo que dicen en una de las mitades de la empresa naranja del sol naciente. Al ser cuestionado, la otra parte sonríe bajo su casco con el número ‘93’ y decide esperar a la siguiente prueba donde puede demostrar su valía.
La espina clavada
Buen lugar para señalar ese nuevo camino a seguir es Montmeló, tierra santa para Márquez, donde ya ganó en 125 en su camino hacia la cima. A Pedrosa no se le da bien desde 2005 cuando todavía corría en el cuarto de litro bajo el laurel de futuro ganador final. Tampoco es mal sitio para las Ducati en su largo peregrinar de 2013. El día de la clasificación coincidirá con el décimo aniversario de la victoria de Capirossi. Primera de una Ducati en la categoría reina. Tiempos mejores para las ‘balas rojas’.
Con las rencillas de Florencia todavía sobre la mesa, las sonrisas en los anuncios de Repsol son una máscara para ocultar que la rivalidad empieza a hacer mella sobre los pupilos de Alzamora. A pesar de todo Cataluña no parece el autódromo ideal para decidir el liderazgo entre el novato y el ‘jefe’. Porque será de nuevo Lorenzo, ganador en su casa hasta en tres ocasiones -dos de ellas para MotoGP-, el que pueda acercarse aún más a la cabeza del Mundial. El pasado es el prólogo. Sobre todo para el balear, quien recuerda cada noche de verano la curva final de hace cuatro años. Una espinita que necesita quitarse durante este fin de semana.
