Ganó en Le Mans e Italia tampoco se le ha dado mal. A Scott Redding se le da bien los circuitos en los que el mal tiempo hace presencia. Es el primer británico que vence de manera consecutiva dos veces. Con viento y llovizna al principio, se hizo dueño de la carrera casi desde el inicio. Solo un español, Nico Terol, fue capaz durante un tiempo de ponerle en aprieto. Al final el valenciano quedó segundo. No tuvo opciones para esa victoria que se le resiste, pero sí se quitó el mal sabor de boca que le dejó Francia, donde tuvo que abandonar. La sorpresa llegó con Zarco, un galo al que nadie daba valor y dejó su huella para el futuro con un disputado tercer puesto.
La actuación de los pilotos españoles en la previa del domingo fue catalogada de desafortunada, como mínimo, por los propios corredores y sus jefes. La estrategia del silencio y de jugar al escondite para sorprender en la carrera oficial fue la tónica general. De ahí que nada más empezar a rugir los motores sobre la pista el domingo se viera a Redding salir apurando en cada curva desde el principio. No quería a nadie que le echara el aliento y arriesgó para que los demás fuesen los que siguieran su estela.
Solo lograron ver la rueda trasera del guía de Marc VDS Racing Team Zarco y Terol. Peor le iban las cosas a ‘Tito’ Rabat que se salió de pista nada más comenzar y quedó relegado a las últimas posiciones. Trató de hacer una de esas remontadas de las que siempre quedan en la memoria. Pero Mugello no será una de ellas. Terminaría en decimotercera posición y aún así tuvo que dar las gracias después de ver cómo se desarrolló su pilotaje. Desde la lejanía vio dos acontecimientos que a la postre pueden marcar el desenlace del Mundial. Primero la caída de Nakagami cuando intentaba dar uno de esos hachazos que suele ofrecer a sus rivales. El nipón se despedía de este gran premio por la puerta de atrás. Lo segundo que se pudo disfrutar es de la batalla encarnecida entre Terol y Redding. Ambos se intercambiaron la cabeza de carrera varias veces, hasta que el segundo se cansó y dio gas a fondo para albergar la victoria final.
La grata sorpresa, frente a la decepción que dejó Rabat, fue Jordi Torres. El equipo Mapfre Aspar Team vibraba a cada actuación de su joven pupilo. Demostró un descaro inusitado para la fase del campeonato en la que se encuentra. Acabó sexto, aunque bien valdría un primer premio. La misma sensación obtuvo en su seno Pol Espargaró. El sábado recibió la reprimenda de su hermano cuando abortó en la clasificación en la última vuelta, a pesar de que estaba haciendo tiempos de primera línea. Decidió que la mejor manera de contestar a sus detractores era demostrar sobre el asfalto su valía. A falta de tres vueltas pasó del octavo lugar al cuarto final en un solo movimiento.
Con el finés Kallio quinto y el mal hacer de Rabat, Redding es más líder del Mundial. Pero todavía queda mucha batalla por delante. Y la próxima vez ‘Tito’ tendrá la ventaja de correr en casa. Cataluña marcará el camino a seguir.