Con 22 años Pol Espargaró está cerca de quitarse una espinita clavada en su orgullo desde la temporada pasada. Desde pequeño, cuando debutara en los circuitos aficionados de motociclismo, estuvo llamado a ser uno de los grandes de este deporte. Incluso se hablaba hasta hace muy poco tiempo de él como la gran esperanza de un equipo que comenzaba a despegar como emblema para lograr grandes cosas. Pero la irrupción de Marc Márquez, su salto a pasos agigantados hacia la fama y la conducción del de Cervera, llevaron a Espargaró a quedarse la temporada pasada en un segundo plano. Más de una vez se habrá preguntado el joven de Granollers si él podría estar ahora mismo en la posición de su némesis en MotoGP. Ahora llega el turno de completar una etapa más en su camino. Una senda difícil la que ha tenido que recorrer el piloto del Tuenti HP40.
Con el título de Moto2 al alcance de su mano, Japón se presenta como el escenario ideal para la conquista del laurel preciado. Scott Redding podrá correr finalmente en Motegi, pero la fractura en la muñeca que sufrió en Australia precipita que el único rival de Espargaró sea él mismo. Puede que le suceda como a su antagónico rival Márquez, y la mala suerte, o las pésimas decisiones de equipos, le perjudiquen antes de la parada final en Valencia. Aunque la realidad es que la frustración recogida en el rostro del catalán a comienzos de temporada ha pasado a alegría y cordura durante las últimas semanas.
Espargaró saca 16 puntos a Redding, y el capricho del destino de dejarle fuera de la lucha en esta minigira de tres semanas seguidas le dará ese plus de motivación también a Tito Rabat, que ahora es el único con posibilidades de aplazar la celebración de su compañero de boxes. Está a 35 puntos, una distancia demasiado larga, en teoría, sobre todo cuando sólo quedan dos carreras por disputarse. Al menos, al barcelonés le quedará su buen hacer durante las últimas competiciones. Solamente busca victorias que engorden su currículum. Y quién sabe. Quizá el destino le tenga preparada una sorpresa agradable también a él en tierras niponas.