Que se apague el semáforo en rojo de una vez. Ya va siendo hora de que huela a gasolina. De abrir gas. De los cuerpo a cuerpo en plena curva, de las banderas a cuadros... Comienza el Mundial de MotoGP más atractivo de las últimas temporadas. El del póquer de pilotos candidatos al título en la categoría reina. El de Jorge Lorenzo, Dani Pedrosa, Valentino Rossi y el Marc Márquez, aunque a alguno le parezca una temeridad colocar al de Cervera entre los candidatos al triunfo final. El circuito de Losail en Catar alumbrará el domingo el inicio de un campeonato que rebosa incógnitas por resolver. Los test de pretemporada ya han dado las primeras pistas de lo que se puede ver en los trazados y, precisamente por eso, todo indica que será el más abierto. Honda tiene la mejor moto que ha construido hasta el momento. Llevará el cambio ‘seamless’ que acorta el tiempo entre cada marcha y le da una o dos décimas por vuelta. En Yamaha el trabajo de los ingenieros en el chasis permite que la M1 sea más fácil de levantar y su punto fuerte sea el paso por curva para tratar de paliar su falta de aceleración a la salida del giro. Los cuatro pilotos de las dos marcas niponas llegan satisfechos del trabajo realizado hasta el momento y con las espadas en todo lo alto. Por uno u otro motivo, hay hambre de victorias.
Lorenzo y Pedrosa
En la primera temporada sin Casey Stoner, Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa son, sin duda alguna, los dos pilotos obligados a jugarse las castañas en cada carrera. Los que no pueden permitirse un error porque en ellos están depositadas las principales esperanzas de sus respectivas marcas para estar en lo más alto. El mallorquín defiende el título y abogará por la constancia como mejor arma para afrontar el Mundial. Conoce a la perfección su máquina y que hasta mitad de campaña no llegaran nuevas mejoras para su moto por las limitaciones económicas, pero en los test previos, aunque no ha sido el más rápido, ha conseguido marcar un gran ritmo. «Llegamos mejor de lo que esperamos», ha señalado.
El catalán, por su parte, está mejor que nunca. La confianza adquirirá en la segunda parte de la pasada temporada y las prestaciones de su Honda le convierten en un piloto más rápido de lo que ya era. Ha llegado su momento. Está emocionado con el inicio de la competición, aunque es consciente de tendrá que saber gestionar sus recursos y templar los nervios porque la competencia que se avecina es terrible.
Rossi y Márquez
«He vuelto a nacer». Lo dijo Valentino Rossi en el momento que probó la M1. El italiano ha recuperado sensaciones después de la frustración que supuso su paso por Ducati. Y cuando el nueve veces campeón del mundo se siente cómodo sobre la moto hay batalla segura. Ya ha dado muestras de su rápido acoplamiento a la nueva montura. «El feeling es bueno», ha reconocido. Fue rápido en los test de Jerez lo que se tradujo en una inyección de confianza enorme en sus posibilidades. Tal vez habrá que tener un poco de paciencia en el inicio para verle en lo más alto del podio, pero del de Tavullia quiere uno de los cajones para empezar.
Marc Márquez es el recién llegado a una categoría en la que la experiencia es un grado, pero el de Cervera es talento puro y a nadie le extrañaría verle con el cava y posando para la foto en uno de los tres pisos al final de la primera carrera. Aunque en su primer año no se le va a exigir tanto como a su compañero, solo él sabe dónde están sus límites. Es consciente de que no tiene que tener prisa para escalar, pero después de las demostraciones que ha hecho, ha quedado patente que el catalán se transforma encima de una moto. Sin ir más lejos en los entrenamientos en el circuito de Austin, donde ninguno de los pilotos tenía referencias, arrasó. A pesar de su juventud y de ser un novato ya se ha ganado el respeto de sus rivales. A nada que le vayan bien las cosas y de que sea constante, cuidado.
Cambios y sanciones
Dorna, la empresa que gestiona el Mundial, y la Federación Internacional del Motociclismo (FIM), han introducido algunos cambios para la presente temporada con el objetivo de hacer más espectacular la tanda clasificatoria. Este año los pilotos de la categoría reina tendrán que esmerarse en los libres. La clasificación combinada de las tres sesiones de cada prueba -cuatro en Catar- servirá para establecer los diez mejores tiempos que pasarán a disputarse la parrilla. Habrá dos repescados que saldrán de una tanda de un cuarto de hora de duración que se celebrará previamente. Las categorías de Moto2 y Moto3, por su parte, mantendrán los formatos clásicos.
Otra de las aportaciones será el sistema de sanciones por puntos con el objetivo de cortar las alas a aquellos pilotos que no saben calcular sus límites y terminan por arruinar el trabajo de otros. El que sea penalizado con cuatro puntos saldrá el último en la siguiente carrera, el que acumule siete lo hará desde el ‘pit lane’, mientras que el que sume diez se perderá una prueba. Todavía no está muy claro el baremo que se va a emplear a la hora de asignar las sanciones, por lo que habrá que esperar.
Las satélite y las CRT
En el siguiente peldaño a los cuatro ‘monstruos’ con sus respectivas motos oficiales también habrá pelea. Las Ducati también lo son pero están lejos de ofrecer un prototipo de la altura de las marcas japonesas. Salvo sorpresa mayúscula, Dovizioso y Hayden pelearán con las satélite de Bradl y Bautista y con las otras dos Desmosedici de Iannone y Spies.
En CRT, Espargaró parte como serio candidato a la victoria después de su actuación de la pasada temporada, aunque en esta ocasión puede tener las cosas más complicadas. Entre sus rivales estarán su compañero de equipo Randy De Puniet, además de Héctor Barberá y Karel Abraham.