La vuelta de Rossi a la Yamaha ha traído la paz entre el piloto italiano y Jorge Lorenzo. Después de un sinfín de mensajes polémicos durante la primera etapa como compañeros (2008 a 2010), los corredores parecen que han decidido dejar al margen sus diferencias y trabajar como un equipo para mejorar en su trabajo. Sin embargo, el historial de la relación entre los dos compañeros del mundo ha sufrido vaivenes en los últimos tiempos.
Todo comenzó en 2008. Rossi había firmado un tercer puesto en la temporada anterior, cuando Yamaha decidió incorporar al bicampeón del mundo de 250cc. Jorge Lorenzo a su disciplina como fichaje estrella. Este anuncio no sentó bien al campeón italiano que veía que su rol de primer piloto de la marca japonesa se veía amenazado ante la llegada del joven mallorquín. Durante la presentación de la moto en 2008, Rossi habló del talento que tenía Lorenzo, halago que le devolvió el deportista mallorquín al definirlo como el mejor piloto y el más rápido, aunque matizó que su objetivo era arrebatar la posición que ocupaba el líder de Yamaha. Pese a estas primeras palabras, la rivalidad entre los dos pilotos estaba cocinada. Sus ansias de victoria y sus personalidades ganadoras iban a entrar en conflicto en un momento y otro.
La calma se acabó en el Gran Premio de Sepang de 2008. Rossi estaba cansado de ver como los mecánicos intercambiaban posiciones, cambió las gomas de su moto y acusó a Lorenzo de copiarle las estrategias de carrera. Por eso decidió levantar un muro entre los dos 'boxes', para impedir que Lorenzo (al que denominó «niño» despectivamente) pudiese recabar información de su lado. No le sentó nada bien al piloto mallorquín, que no tardó en contestar a esta provocación: «Le debe dar vergüenza que un niño le adelante cada fin de semana».
Tras finalizar la primera temporada como compañeros, las cosas no mejoraron. Rossi consiguió imponer su ley y se hizo con el campeonato mundial, pero Lorenzo cuajó una gran temporada como debutante y acabó cuarto en la clasificación. La tensión entre los pilotos aumentó, hasta el punto de que cuando el italiano fue preguntado sobre la renovación del mallorquín, respondió: «¿Lorenzo ha renovado?, larga vida al muro».
Una vez finalizado el campeonato de 2009, Valentino, que revalidó el título, decidió que no quería seguir compartiendo equipo con el balear, quien acabó segundo en la clasificación con una gran mejoría. Amenazó a su equipo con marcharse de Yamaha si Lorenzo continuaba en el mismo y la marca japonesa apostó por el español. El italiano se marchó a Ducati.
El cambio de escudería de Rossi no significó el cese de los ataques entre los pilotos. El español intentó ridiculizar los triunfos del italiano argumentando que durante su reinado no había rivales dignos. Valentino, por su parte, afirmó que el piloto mallorquín era un grande porque había logrado unir a todos, ya que a la gente le caía antipático. Con el cambio de moto, Rossi pasó dos años muy duros en la escudería italiana y hasta aseguró que no había aprendido nada durante esa etapa.
'Il Dottore' recibió una oferta para volver a Yamaha y aceptó la llamada junto a su rol como segundo piloto. La reacción de Lorenzo resultó tranquilizadora: «La vuelta de Rossi será buena para Yamaha, deseo tener un piloto competitivo en el equipo». «Podemos intercambiar información valiosa, pero luego en la pista tanto él como yo queremos ganar», aseguró en una entrevista en Eurosport Italia. El italiano agradeció la buena acogida de su compañero y su comportamiento durante los duros momentos que atravesó en Ducati, con lo que parecía que han resuelto sus diferencias. Habrá que ver cuánto tiempo dura la armonía en la casa japonesa. Aunque las primeras impresiones demuestran que la relación entre los aspirantes al título es mejor que años atrás, el actual campeón del mundo prefiere ser prudente y avisar: ««Valentino y yo ni erámos enemigos antes ni somos amigos ahora. Hemos madurado respecto a hace unos años. Podemos trabajar juntos pero hablar de amistad...es un poco fuerte».
