Un morbo añadido en el fin de semana durante la celebración del Gran Premio de Francia será la conmemoración de un aniversario muy especial para los amantes del motociclismo en España. El 25 de mayo de 2003 ocurrió un hecho sin precedentes en el mundo del motor para los españoles. Hubo victoria ibérica en las tres categorías del Mundial, colocando de este modo la primera piedra a lo que sería una casi monopolización en los años posteriores de las carreras, sobre todo, en las de menor cilindrada. El primer triplete ocurrió en el mismo feudo que durante estos días verá una nueva hornada de jóvenes corredores sobre su asfalto: Le Mans.
'Sete' Gibernau (MotoGP), Toni Elías (250cc) y Dani Pedrosa (125cc) hicieron sonar el himno español desde lo más alto del cajón en sus respectivas clases. Fue un fin de semana repleto de hazañas y anécdotas, en el que los españoles pudieron disfrutar de un hito único hasta ese momento. El mismo Gibernau siempre recuerda aquel día en Le Mans, cuando batió en una batalla cuerpo a cuerpo a un espigado piloto que estaba peleado con media parrilla. Se trataba de Valentino Rossi, con el que todavía hoy día sigue sin dirigirse la palabra tras tener algo más que discusiones verbales en el último año de competición del catalán. Con su triunfo, Elías llegó a estar un paso más cerca de lo que creía iba a ser su título en el cuarto de litro, pero nunca llegó tal proeza tras una campaña repleta de desdichas. A quien sí le sentó bien aquella victoria en territorio galo fue a Pedrosa. Un simple aviso de que iba en serio ese año en pos de conquistar el Mundial del octavo de litro. Lo logró y fue su primera corona en lo que a la postre sería una carrera vertiginosa hasta alcanzar la MotoGP.