Salom sostiene su casco tras ganar en Aragón./Andreu Dalmau (Efe)
Luis Salom lleva toda la temporada demostrando que es tan rápido como el que más en Moto3, pero en Motorland logró un triunfo inesperado. El motivo, la fuerte caída que sufrió el sábado por la mañana. Se dio un tremendo golpe en la clavícula derecha que hizo temer la factura, afortunadamente descartada tras los exámenes médicos, pero que le dejó muy dolorido. El domingo había empezado mal para Luis, que tuvo que pasar por el centro médico a primera hora para que le anestesiaran el hombro -«me dolía tanto que no podía ni ponerme el mono»-, aseguró. Después, caída en el ‘warm up’, que afortunadamente no empeoró su maltrecho hombro, y vuelta al centro médico para infiltrarse de nuevo. Y así se presentó a la carrera, listo para la guerra.
Porque las carreras de Moto3 son esto, una guerra sin cuartel: tan intensa es la lucha, que los ocho primeros cruzaron la línea de meta en un margen inferior a ocho segundos, después de veinte vueltas. Khairuddin, que terminó por los suelos, Cortese, Rossi, Kent y los españoles Alex Rins y Efrén Vázquez, muy valientes pese a la desventaja de sus Honda en velocidad punta frente a las KTM, se alternaron con Salom al frente del grupo. El mallorquín supo esperar su momento, y logró escaparse en la penúltima vuelta para lograr su segunda victoria en el Mundial. «He tratado de conservar neumáticos al principio, pero iban todos tan saco que temía que me tiraran, así que me he ido para adelante y abrir un poco de hueco al final», relató el vencedor, que coloca segundo la general, a 51 puntos de Sandro Cortese, segundo en un podio que completó Jonas Folger. «El campeonato está imposible, porque Sandro no falla, pero seguiré dando el máximo para ganar más carreras».
Viñales, gafado
Antes de salida, la carrera perdió uno de sus grandes alicientes al fallar la centralita electrónica de la moto de Maverick Viñales. La FTR Honda número 25 se paró, arruinando las ganas de ganar del joven piloto catalán, y sus opciones, ya remotas de seguir disputando el título. El enfado del chaval fue tan grande que se fue del circuito sin ver la carrera y sin hablar con nadie, desolado porque en apenas un mes (se cayó en Indianápolis el 19 de Agosto) se le ha escapado un título al que era claro favorito antes de empezar la temporada.