Pedrosa y Lorenzo, en rueda de prensa. / Efe
El nombre del fin de semana es el de Casey Stoner. El ídolo australiano correrá su último Gran Premio en casa antes de retirarse a final de temporada, lleva cinco años consecutivos ganando aquí, y Phillip Island luce su número 1 (o el 27) y mensajes de apoyo y homenaje por todas las partes: pancartas en cualquier rincón del circuito, en muchas casas, e incluso en comercios y restaurantes de la pequeña localidad de Cowes, el centro urbano de la isla. Incluso le han puesto su nombre a una curva, y el gran Mick Doohan dará unas vueltas a la pista en su honor. Pero, ajenos a la gran fiesta de despedida de Stoner, Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa libran en Australia una nueva batalla por el título de MotoGP.
Será la penúltima, si el catalán suma su cuarta victoria seguida. Y las últimas carreras invitan a pensar que es muy probable que sea así, porque Dani está pilotando como nunca, y su Honda es un cohete. “Tenemos que seguir como hasta ahora, concentrados y dando el máximo en cada entrenamiento, cada vuelta. En ésta pista hay factores externos que pueden afectar el pilotaje, como el viento y el frío, y hay que estar aún más concentrado para teneros concentrados y poder minimizar cualquier problema”, reflexionó Pedrosa, cuya hándicap son les 23 puntos que le lleva de ventaja Jorge Lorenzo, y hacen que no dependa de sí mismo para ganar el mundial. “Se pueden hacer muchas cosas para meter presión, pero lo más importante es lo que estoy haciendo”, afirma Pedrosa refiriéndose a sus victorias, “éste efecto ya estaba tiempo atrás, pero con lo que pasó en Misano él pudo relajarse mucho más, mi problema es su ventaja”. Dani Pedrosa logró sus dos títulos de 250cc en Phillip Island, pero nunca ha ganado aquí una carrera de MotoGP.
Y será la última batalla por el título si Jorge Lorenzo termina la carrera por delante de Dani dentro de las posiciones de podio, combinación que le coronaría campeón. El balear mantiene una imagen serena, y un discurso conservador, “lo más importante es el campeonato es, y no haré no me volveré loco por ganar aunque lo intentaré si veo la oportunidad”, afirma, repitiendo textualmente la misma consigna de los últimas cinco o seis grandes premios. “Yo estoy pilotando muy bien, incluso mejor que al principio de temporada, pero no tenemos las mismas herramientas, por ejemplo no podemos utilizar las últimas vueltas del motor para minimizar el riesgo de rotura”, añade Lorenzo, que ya está usando en carrera el último de sus seis motores que permite el reglamento. Jorge quiere ser campeón, y no li importa cómo, “no me preocupa si nos lo tenemos que jugar en Valencia, ya pasé por ésta situación en 250cc en 2007, y tengo la experiencia suficiente para gestionar éstas cosas”.
La curva Stoner
A Jorge le vendría bien que Casey Stoner sumara su sexta victoria seguida en Phillip Island, pues si no vence Pedrosa puede recortarle menos puntos, pero el australiano no las tiene todas consigo: “aún no estoy bien del tobillo, ni en Motegi ni en Sepang conseguimos ser suficientemente rápidos, y no estoy seguro de cuál puede ser mi potencial éste fin de semana”. El jueves por la mañana, Casey vio con satisfacción como los responsables del circuito bautizaban la curva 3 con su nombre, equiparándolo a sus ídolos Wayne Gardner, que da nombre a la recta principal, y Mick Doohan, quien está dedicada la curva 1. “Me encanta éste circuito, y especialmente la curva 3, que es muy rápida, y con mucho viento, allí disfruto mucho pilotando y que lleve mi nombre es un gran honor”, agradeció el vigente campeón de MotoGP. Es el punto más espectacular del circuito, con el océano al fondo, y Casey Stoner suele protagonizar en ésa curva de izquierdas, que los pilotos de MotoGP trazan a más de 250 km/h, espectaculares derrapadas.
“Para mí es sin duda un fin de semana especial, porque es la última vez que corro aquí en MotoGP, pero no la última que piloto aquí: volveré, seguro, con cualquier moto para disfrutar del circuito”, dijo Stoner. El australiano será el gran protagonista de un Gran Premio que se perderán Ben Spies, que ha tenido que ser intervenido en la fractura de clavícula que sufrió en Sepang y no podrá terminar la temporada con el equipo Yamaha oficial, y Yonny Hernández, que se lesionó en Japón y ya no corrió en Malasia. Su substituto en el equipo español Avintia Blusens es el australiano Kris McLaren.