A Marc Márquez sólo le faltan dos puntos para proclamarse matemáticamente campeón del mundo de Moto2. Le basta con terminar una de las dos carreras que queden entre los 14 primeros, pan comido para él, que ha ganado nada menos que ocho Grandes Premios ésta temporada, y ha pisado el podio en todas las carreras que ha terminado excepto la de Mugello, donde fue quinto. Pero el de Cervera no se fía, no pudo celebrar el título en Sepang por culpa de una caída, y no quiere pasar los nervios de tener que amarrarlo en la última carrera, en Valencia: “ya lo viví en 2010 cuando gané 125cc, y se pasa muy mal. Me gustaría cerrar el campeonato éste fin de semana aquí en Phillip Island”.
Márquez admite que plantea la cita australiana de manera diferente, “el viernes y el sábado a tope, como siempre, a buscar la mejor puesta a punto. Pero el domingo, en la carrera, tengo muy claro que la prioridad es el título”. “Antes de empezar la temporada Emilio Alzamora – mánager y director de equipo – me dijo que sólo podía gastar dos comodines si quería ganar el campeonato, y ya hemos gastado los dos, siempre con lluvia, en Le Mans y Sepang. En las carreras puede pasar cualquier cosa, y aunque dos puntos parecen nada no te puedes relajar hasta que la bandera a cuadros no indique que ya está hecho”, explicó Marc, que hasta ahora había exhibido, tanto ante los micrófonos como en la pista, una firme voluntad de ganar siempre. En cualquier caso, para que el mundial de Moto2 llegue abierto a Valencia Pol Espagraró tiene que gana en Australia y que Marc no sume los ya mencionados dos puntos.
Maverick da marcha atrás
Tras protagonizar el viernes pasado en Sepang una espantada sin precedentes, dejando plantado a su equipo alegando falta de competividad, Maverick Viñales ha rectificado y estará en el Gran Premio de Australia. El joven piloto de Roses emitió el martes, tras consultar con un abogado, un comunicado en el que pide disculpas por su precipitada decisión, admite haberse equivocado y se muestra dispuesto a disputar las dos carreras que queden del campeonato del mundo de Moto3, del que todavía puede ser subcampeón. Maverick tomó el miércoles por la mañana un vuelo en el aeropuerto del Prat para llegar a Melbourne el jueves a última hora, y presentarse la madrugada del viernes en Phillip Island a tiempo para participar en los primeros entrenamientos libres.
El piloto y la escudería española Avintia Blusens han acordado, a través de abogados, terminar juntos la temporada, pero el detonante del enfado del piloto es el que contrato por dos años más que firmó en septiembre, y que no quiere cumplir porque quiere irse a otro equipo. No hay acuerdo aún respecto a la rescisión, aspecto que ambas partes deberán negociar en las próximas semanas. Se espera que Viñales ofrezca una rueda de prensa para dar explicaciones cuando llegue al circuito.
