Sanchsenring es un circuito muy peculiar. Con 3.671 metros es el más corto del campeonato, y consta de dos sectores claramente diferenciados: el primero, absolutamente revirado, ratonero, estrecho, con un trazado casi más propio de una pista de karts que de un circuito 'grande'. En este primer sector, la moto va casi todo el tiempo inclinada, apoyándose sobre todo sobre el lado izquierdo del neumático, pues la mayoría de las curvas son a ésta dirección (siete en todo el recorrido, por sólo tres a la derecha). Después, la pista cambia radicalmente, y el último sector es rapidísimo, con dos rectas largas, una bajada vertiginosa, y tres curvas rápidas, la primera de ellas especialmente crítica, pues es a la derecha y se toma a gran velocidad tras siete giros consecutivos a la izquierda. Se llega allí con el flanco diestro del neumático frío, y el riesgo de caída es grande.
"La primera parte del circuito es muy lenta, en la que necesitas buscar una buena puesta a punto que no comprometa toda la parte rápida, que también tiene frenadas más fuertes, y que es donde realmente se hacen los tiempos», describe Marc Márquez, que ha ganado en sus dos últimas visitas a Alemania, en 125cc en 2010 y en Moto2 el año pasado. "Tengo buenos recuerdos del circuito, ya que en el pasado me fue bien. Venimos de una victoria y eso siempre es positivo, pero deberemos mantener la calma y tratar de seguir con nuestro método de trabajo", valora el líder de Moto2. Si a Márquez Sachsenring se le da bien, todo lo contrario a sus rivales: Andrea Iannone, segundo en la general a 23 puntos de Marc, sólo ha pisado el podio alemán en una ocasión, en 2010. Thomas Luthi lo hizo en 2005, cuando corría en 125cc, y Pol Espagraró nunca ha logrado un buen resultado en el Gran Premio de Alemania.
Maverick, en tierra hostil
En Moto3, el campeonato está siendo un duelo entre el español Maverick Viñales, que lidera la clasificación, y el alemán Sandro Cortese, que le persigue a siete puntos. El piloto de KTM es siempre difícil de batir, pues es uno de los más peleones y duros en el cuerpo a cuerpo de la categoría pequeña, y este fin de semana correrá aún más motivado si cabe para ofrecer un triunfo a sus seguidores. Las características del circuito, en teoría, le favorecen: con un primer sector tan lento, es muy difícil que un piloto pueda escaparse; y las batallas en grupo son su especialidad.
Sin embargo, el líder Viñales confía en hacer un buen papel en cada de su rival: "Sachsenring me gusta muchísimo, es una circuito que se adapta bastante bien a mi estilo de pilotaje, y el año pasado logré la 'pole' aquí; estoy seguro de que lo haremos muy bien". El año pasado se le escapó el triunfo, quedó tercero; pero tras vencer consecutivamente en Cataluña, Silverstone y Assen el piloto de Roses busca su 'poker' de victorias.