![Un día perdido](/RC/201209/14/Media/M1-1810364880--647x231.JPG)
Lorenzo, durante su espera en el 'box'./Max Rossi (Reuters)
Cielo gris, a ratos tirando a negro. Viento racheado e insistente, temperatura inferior a veinte grados, fresca para mediados de septiembre en la costa adriática. Asfalto frío. Y chubascos intermitentes, que, combinados con las rachas de viento, iban cambiando constantemente las condiciones de la pista. De mojada a mixta, luego casi seca, luego mojada otra vez. Un día desapacible para correr en moto y, sobre todo, inútil para sacar consecuencias de cara a la puesta a punto de las máquinas. De tan poco servía salir a rodar, que solo trece pilotos de MotoGP marcaron un tiempo válido para clasificación, y Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa, los dos pilotos que disputan el título, ni siquiera salieron de sus boxes.
«No servía de nada rodar, porque la pista no estaba del todo seca ni tampoco completamente mojada, así que hemos preferido no correr riesgos», explicó el líder, Jorge Lorenzo, que vivió uno de los viernes más relajados de su dilatada carrera deportiva: «No recuerdo un día de gran premio en que ni siquiera me subiera a la moto. Otras veces hemos saltado un entrenamiento, pero dos el mismo día nunca». «Habría sido absurdo exponerse a una caída que nos podría complicar el campeonato, y también quisimos salvar motor, que no vamos sobrados», añadió el balear, que durante la segunda sesión estuvo acompañado en el box por los campeones del mundo en los años 60 y 70 Giacomo Agostini y Phil Read, ambos leyendas de Yamaha, y estuvo charlando animadamente con ellos mientras algunos de sus colegas se jugaban el tipo sobre el resbaladizo asfalto de Misano.
No fue el caso de Dani Pedrosa, que como su rival de Yamaha decidió no subirse a la moto en todo el día, y se quedó encerrado en el box de HRC. «Tal y como estaba el asfalto no tenía sentido. No estaba suficientemente seco como para tirar fuerte con neumáticos 'slicks', y si no vas rápido esas gomas no rinden y tienes que parar al cabo de dos o tres vueltas; y lo mismo sucede con los neumáticos de agua, que se destrozan en dos vueltas su hay partes secas», argumentó el piloto catalán de Honda, que definió el viernes como «aburrido». «Además de no pilotar tampoco hemos podido llevar a cabo el resto del trabajo de análisis con los técnicos, y búsqueda de soluciones». Empate a cero, pues, entre los dos aspirantes al título en el primer día del Gran Premio de San Marino. Ambos confían en la previsión meteorológica, que anuncia mejor tiempo el sábado y sol el domingo, para no echar de menos haber catado el asfalto con agua.
Abraham, el más rápido
Igual que Pedrosa y Lorenzo, ni Andrea Dovizioso, Cal Crutchlow, Valentino Rossi (que dio un par de vueltas para saludar a los escasos tifosi que desafiaron el mal tiempo y se acercaron al circuito), Héctor Barberá, ni tampoco Aleix Espargaró, establecieron un tiempo de vuelta válido.
Álvaro Bautista dio siete vueltas testimoniales, logrando un discreto 12º mejor registro, y el español que más se aplicó fue David Salom, debutante con la CRT de Avintia Racing, que dio 17 vueltas y terminó séptimo. El mejor en una jornada tan extraña fue el checo Karel Abraham, a lomos de la Ducati satélite del equipo AB Cardion. Fue un día redondo para el piloto de Brno, porque además de encabezar la tabla de tiempos desveló que el próximo año seguirá en MotoGP con una Aprilia CRT.
Presentado el libro de Simoncelli
El viernes fue poco productivo en la pista, pero intenso en eventos paralelos al gran premio. El más emotivo, la presentación del libro 'Il nostro Sic' ('Nuestro Sic'), en que los padres de Marco Simoncelli, Rossella y Paolo, repasan con la ayuda del periodista de Mediaset Italia Paolo Beltrano, la vida del añorado piloto de Cattolica. El libro es una joya, con muchas anécdotas desconocidas de la trayectoria de 'SuperSic', y 200 fotos, muchas de ellas inéditas; pero desafortunadamente para los moteros españoles de momento no está prevista su traducción al español, ni su distribución en España.
También estuvo en Misano Sete Gibernau, participando en un acto del equipo Gresini y uno de sus patrocinadores. El piloto barcelonés, que fue dos veces subcampeón del mundo disputando el título a Valentino Rossi en 2003 y 2004, no suele dejarse ver por los circuitos desde su retirada, y evitó mojarse respecto a la pelea por el campeonato entre Lorenzo y Pedrosa: «Las carreras que faltan serán de alta tensión, y el que esté más fuerte mentalmente para sobrellevar la presión será quien gane el Mundial. En cualquier caso, me alegraré de que haya un campeón español».