Pedrosa rueda en Jerez. / Ap
El tiempo fue caprichoso en la primera jornada del gran premio de España. El viernes amaneció nublado en Jerez, luego hubo chubascos intermitentes hasta primera hora de la tarde, y, cuando ya habían concluido todas las sesiones de entrenamientos, el día terminó con un sol radiante y burlón. Entre chaparrón y chaparrón, viento, que seca el asfalto rápidamente. Y todos, pilotos y mecánicos, tratando de sacar alguna conclusión válida de este galimatías meteorológico que mandó al traste las dos primeras tandas libres, con el asfalto cambiando de parcialmente mojado a un poco más mojado, o casi seco. Un quebradero de cabeza.
El caos es terreno abonado para las sorpresas, y el piloto español Iván Silva, uno de los más modestos de la parrilla, sacó provecho inesperado de su premura al salir a pista y rodar fuerte en los primeros minutos del primer entrenamiento libre: a lomos de su CRT (esas motos de bajo coste con motor derivado de serie) del equipo español Avintia Blusens, marcó en su tercer giro un registro que le valió para encabezar la clasificación al final del día. Porque, justo después de que Silva pasara por meta, la lluvia se encargó de que nadie, ni siquiera los tótems Lorenzo, Pedrosa, Stoner o Rossi, pudiese acercarse a su tiempo.
“Hace ilusión verse delante, porque en Catar tuvimos fin de semana muy complicado, pero no tiene ningún valor”, admitía el piloto catalán al final de la jornada. En realidad, Silva salió a tope desde el principio porque en su equipo ni siquiera tienen claro con qué moto correr, “tengo un chasis FTR y otro Inmotec, también varias soluciones de suspensiones, y queremos probar todas las opciones, así que hay que aprovechar al máximo todo el tiempo de entrenamientos”, explicó Silva, que pilotó la primera moto española que ha competido en el mundial de MotoGP: la Inmotec, diseñada en Navarra. La estrenó en la segunda tanda, con lluvia, pero el tiempo que le valió verse en cabeza lo logró con la FTR, sobre asfalto seco.
Pedrosa, el mejor en lluvia
El segundo entrenamiento tampoco fue plácido para los equipos de la clase reina: empezó con lluvia, y terminó con la pista secándose paulatinamente, condiciones que apenas permiten sacar conclusiones válidas para la carrera. Con todo, mejor fue Dani Pedrosa, que valoró “es importante tener buenas sensaciones con la moto en condiciones de lluvia”. El piloto español del equipo Repsol Honda superó claramente a sus rivales, con Rossi a seis décimas. “Si llueve podemos pelear por el podio”, afirmó ‘Il Dottore’, que no había asomado por posiciones de cabeza en la cita inaugural de Catar. Pero su buena actuación en la segunda tanda no significa que Ducati haya encontrado la solución a los problemas de la Desmosedici: “de la misma forma que no sabemos porqué somos tan lentos en seco, tampoco sabemos porqué somos rápidos en agua”, admitía Valentino.
Justo detrás de Rossi, tercero en el segundo entrenamiento y cuarto en la clasificación combinada, se situó Jorge Lorenzo, preocupado porque “el neumático trasero se desgasta en exceso, y dura muy pocas vueltas”. En realidad, todos los pilotos sufrieron la poca resistencia del Bridgestone trasero, pero el balear fue quien se mostró más contrariado, y no dudo a pedir a Yamaha “quitar potencia al motor para que el neumático aguante más vueltas”. Álvaro Bautista firmó el octavo mejor tiempo, Héctor Barberá el decimoquinto y Aleix Espagraró cerró la extraña clasificación de un viernes atípico.
La previsión indica tiempo cambiante también para sábado y domingo, lo que añadido a la incertidumbre con los neumáticos puede convertir el Gran Premio de España en una impredecible y emocionante ruleta. El número ganador del viernes fue el 22 de Iván Silva. ¿Quién se llevará el premio gordo el domingo?