Cómo afecta el coronavirus al sorteo de la Lotería de Navidad

El Teatro Real de Madrid dejará de estar abarrotado este 22 de diciembre. El salón donde se celebra el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad será diferente. La cola en el exterior de quienes desean ver este acontecimiento en vivo y en directo desaparecerá. Y los corrillos de quienes pasaban la madrugaba contando anécdotas y soñando con que les tocara algún premio en su particular cuento de la lechera. Algunos procedían de otras provincias; otros de la propia capital, pero, previsores, no querían quedarse en la calle por falta de espacio. Este año no correrán ese riesgo.

Donde no cabía un alfiler entre público y periodistas acreditados, este año se reinará los huecos Las restricciones derivadas de la pandemia del coronavirus mandan y se traducirán en una reducción del aforo en el sorteo de la Lotería, aún sin concretar.

Los habituales «freakes» del sorteo de la Lotería de Navidad que acudían para aprovechar su minuto de gloria antelas cámaras, rodeados de curiosos y de cámaras, efímeros protagonistas antes de que el baile de los números en los bombos y los niños de San Ildefonso los arrinconaran, tampoco se verán. El Covid-19 se impone.

Más difíciles de controlar serán las explosiones de alegría en las puerta de las administraciones que repartan alguno de los números premiados en la Lotería de Navidad. Los estallidos de emoción, los saltos en corro, los abrazos en grupo y las decenas de personas apiñadas relatando una y otra vez ante propios y extraños su suerte. Tal vez siga en pie la prohibición de reunirse más de sesis personas.

Hay que guardar la distancia social de un mínimo de un metro y, además, llevar mascarilla salvo cuando se esté en un establecimiento hostelero comiendo o bebiendo. ¿ Desaparerá también el descorchado de cava y los brindis?

El sorteo de la Lotería de Navidad será bien distinto por la pandemia. Lo que cambiará será la ilusión y la alegría por ser uno de los afortunados.