Lotería de Navidad
Diez errores y anécdotas del Sorteo para no olvidar
Bolas caídas, premios que no se cantaron... o cantos que enternecieron al público un 22 de diciembre
Lotería de Navidad: sigue el sorteo, el Gordo y todos los premios en directo
Comprueba si tu número de Lotería de Navidad ha sido premiado
Bolas caídas que se escondieron tras una flor de Pascua, Gordos que no se cantaron, premios que no eran tales... mil y un anécdotas salpican la historia del Sorteo más extraordinario del año, el de la Lotería de Navidad que cada año se celebra el 22 de diciembre. He aquí algunas de las más recordadas:
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Con corazonada y sin Gordo
Dos días antes del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad de 1949, un hombre se presentó en las oficinas de la Asociación Benéfica del Cuerpo de Correos solicitando con insistencia alguna participación del número 55.666 .
«Según afirmó, tenía la corazonada de que resultaría premiado con el Gordo, y había venido desde Málaga expresamente para adquirirlo », según relató el presidente de la Asociación, pero no logró su propósito porque dicho número había sido ya remitido, en participaciones de cinco y diez pesetas, a los pueblos de Toro, Benavente, Alagón y Dos Caminos. ¡Qué cara se le debió de quedar al pobre hombre aquel 22 de diciembre!
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Cantó 10.000 pesetas... ¡y eran 200.000!
En 1954, uno de los Niños de San Ildefonso se equivocó y cantó 10.000 pesetas para el número 4.073. Al terminar la tercera tabla, el sorteo se suspendió unos instantes para realizar una comprobación en la anterior. Por suerte para los premiados con ese número en Barcelona, habían obtenido 200.000 pesetas , veinte veces más.
Aquel año, dos bolas rodaron por el suelo y se cantó «repetido» el «treinta y dos, treinta y dos» aunque el muchacho rectificó pronto su error. Se trataba del número 32.032.
En el salón de la Asociación de la Prensa, el redactor del diario «Pueblo» Tomás García de la Puerta recibió aquel 22 de diciembre la grata sorpresa de verse agraciado y nada más y nada menos que con el Gordo. Jugó 50 pesetas en el 53.584, el número premiado. «El escándalo fue fenomenal. Sin embargo, el dichoso ciudadano no se inmutó demasiado. Algo "nerviosillo" eso sí, pero nada más. Recibió enhorabuenas, aplausos y algún que otro vítor. Exhibió su número, comprobó, consultó y ante el acierto sintió un gran asombro», relató ABC.
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Y la euforia se desinfló
Si en 1954, los afortunados con el número 4.073 pasaron de las 10.000 a las 200.000, seis años después la historia se escribió al revés. Uno de los niños del colegio de San Ildefonso, Adrián del Val, se equivocó al cantar el premio que le correspondía al número 45.632. Fueron 750.000 pesetas y no los 7 millones y medio que se habían anunciado minutos antes. Un error de un solo cero, pero a la derecha, que cambió el semblante de los valencianos que llevaban el 45.632. En el salón de Loterías, « fueron necesarios fuertes campanillazos para acallar los rumores que provocó la aclaración», describió ABC.
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El Gordo que no se cantó
El Sorteo de Navidad del año 1986 ha pasado a la historia de la Lotería como el más accidentado . Por error los niños de San Ildefonso no cantaron ni el Gordo ni el segundo premio. La niña Sonia Alegre anunció 125.000 pesetas al número 56320 , cuando en realidad le había correspondido el segundo premio, con 120 millones de pesetas. La extracción se suspendió durante unos minutos para corregir el error. Apenas veinte minutos después, otra niña, Carolina Pellizo, de 13 años, no vio bien los números de la bola y cantó 25 millones para el número 03772... ¡en lugar de 250 millones de pesetas !
La niña, la primera en «anunciar» el Gordo, aseguró después que se dio cuenta de su error cuando se dirigía a la mesa. « Estaba muy nerviosa, pero ya no podía hacer nada », dijo apenada. Ante las protestas del público, el presidente de la mesa tuvo que interrumpir el sorteo para pedir silencio porque los niños, nerviosos, «eran incapaces ya de sujetar las bolas, que se convirtieron en canicas y a alguna de ellas hubo que perseguirla entre botes», según la crónica de ABC.
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Un Gordo mudo, confundido con una pedrea
En 1987 , Gemma Llorente, la niña de 13 años que tuvo la suerte de poder cantar el Gordo ese año, lo confundió con una pedrea. El funcionario que comprobaba las bolas que cantaban los niños detuvo el sorteo al darse cuenta de que se trataba del primer premio. El presidente de la mesa comprobó la tabla y vio que efectivamente al número 20064 le habían correspondido 250 millones de pesetas. « ¿Qué has cantado aquí, niña ?», le dijo.
« Me deslumbraron los focos de la televisión y los flashes de los fotógrafos y cuando el señor Cantón me dijo que me había equivocado no me lo podía creer», confesó después Gemma, con lágrimas en los ojos.
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«¡Qué vergüenza! No encuentro la bola»
En 2006, a una de las niñas participantes en el Sorteo Extraordinario se le escapó la bola de sus manos y fue a caer en la planta que se encontraba junto a la mesa.
Nerviosa y tensa por el incidente, la chica buscó con impaciencia la bola y se le oyó decir: «Joder, se me ha caído la bola en la planta. «¿Dónde está...? ¡Qué vergüenza! No la encuentro. No está». Poco después encontraron la esquiva bola escondida junto a la flor de Pascua.
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Un «falso Gordo» por un error informático
Un error en la página web de Loterías del Estado atribuyó en 2012 la venta de alguno de los premios del sorteo de Navidad a administraciones que no los vendieron en Teruel, Ávila, Burgos, Salamanca, Vitoria y Toledo.
Las localidades abulenses de San Juan de la Nava y Villanueva del Campillo aparecieron por error entre las agraciadas con uno de los quintos premios. También la lotera Nieves, de la administración 21 del barrio salmantino de Puente Ladrillo, decía a los medios de comunicación que había vendido un décimo del Gordo por máquina, pero no había sido en esa Administración, sino en un estanco del paseo de Canalejas.
En Burgos capital dos establecimientos aparecieron en el listado de la web de Loterías como repartidores de parte del Gordo, dos décimos, aunque más tarde desaparecieron. Y en Teruel el error atribuyó parte del Gordo de Navidad, el 76.058, y de un quinto premio, el 85.045, a dos administraciones de la ciudad, lo que ha provocado la alegría primero y luego la desilusión, tras unos minutos de confusión.
Y en Illescas (Toledo), varios vecinos se acercaron hasta el establecimiento de prensa y venta de lotería de María Reina, víctima del mismo error informático. «Que no, que no lo hemos dado» , se lamentaba María.
También en Vitoria la LAE publicó que se había vendido parte del Gordo en un estanco, que finalmente no resultó cierto.
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Premiado en directo
Jesús Lorente, un tinerfeño de 27 años trabajador en un hotel de la isla, estaba presente en 2013 en el Teatro Real , donde aquel año se celebró el Sorteo Extraordinario de Navidad, cuando descubrió que tenía un décimo con el número del segundo premio. Los niños de San Ildefonso le acercaron la bola para que pudiera comprobar que había ganado 125.000 euros . Lorente mostró a los presentes y a los periodistas en su móvil la imagen de su décimo premiado, que había comprado en una gasolinera. El revuelo que se armó en el patio de butacas obligó a los vigilantes a intervenir para que el joven saliera.
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«¡Oh, no me sale!»
Las lágrimas de Maguette Fall Diop enternecieron al público que seguía en 2014 el Sorteo de Navidad. La niña de 12 años se trabó al cantar el número 58.052. «¡Oh, no me sale!», se le escuchó decir antes de echarse a llorar. Tras beber un poco de agua y animada por los calurosos aplausos de los asistentes a la cita en el Teatro Real, Maguette logró sobreponerse y continuar. Aquel mismo año otra niña, Janna Flores, se atascó en la cuarta tabla, pero solventó el trance con un «perdón» y una risa nerviosa. Poco después se convertía junto a Ismael Rastrelli en la gran protagonista al entonar los «cuatro millones de euros» del Gordo, dejando atrás por completo el tropiezo.
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La niña de los 1.000 euros
Con voz de soprano, Aya Ben Hamdouch sorprendió al público del Teatro Real por la entonación con la que cantaba los «mil euros» de los agraciados con la Lotería de Navidad de 2017. Cada vez que le tocaba cantar un premio, Aya hacía temblar con su voz al auditorio, que devolvía el alarde ilusionado de la niña con calurosos aplausos. «¡Tú sí que vales, tú sí que vales!», le cantaron los asistentes al sorteo, que se llegaron a poner en pie durante su actuación. «La niña de los mil euros» , como se la llamó a los pocos minutos, llegó a preocupar al regidor del Teatro Real, que se acercó a rogarle que no cantase con tanto ímpetu porque se podía quedar sin voz. No llegó a cantar el Gordo, pero fue la inigualable protagonista de la Lotería de Navidad del año pasado.