Steve McQueen tiene una virtud como director: es capaz de exprimir al máximo a sus actores. Los lleva a atravesar una línea a la que nunca suelen llegar y que, sospechan, jamás se hubieran atrevido a haber atravesado sin la ayuda del realizador inglés con ilustre nombre cinematográfico. Michael Fassbender fue la primera 'víctima' del director. En su debut en la dirección de largos, convirtió al actor irlandés en Bobby Sands, el terrorista del IRA que inició una de las huelgas de hambre más famosas de los ochenta. Con 'Hunger', McQueen triunfó en Cannes y, tres años más tarde, volvió a acordarse del actor para 'Shame', la vida de un ejecutivo obsesionado con el sexo. Por segunda vez, McQueen llevó a su actor fetiche hasta el extremo personal y físico. "Sólo él es capaz de hacerlo", dijo Fassbender cuando presentó la película en el Festival de San Sebastián.
Para su tercera película, '12 años de esclavitud', el director británico también ha contado con su actor fetiche, pero el protagonismo se lo ha dado a otro compatriota de origen nigeriano y nombre impronunciable: Chiwetel Ejiofor. Londinense, de 36 años, es uno de los actores que muchos espectadores recuerdan pero que no saben situar. Por ejemplo, es el compañero de Denzel Washington en 'Plan oculto', la película del atraco protagonizada también por Jodie Foster y Clive Owen. Con este último y con Washington también repetiría trabajos: con Owen en 'Hijos de los hombres' y con el actor afroamericano en 'American Gangster'.
Pero hay que irse hasta el final del siglo XX para encontrar los inicios de este actor que comenzó a actuar a los 13 años en el colegio. Spielberg se fijó en él para un pequeño papel en 'Amistad' (1997). Dos años después protagonizó la película independiente 'Greenwich: Mean Tim' y en 2002, su nombre comienza a sonar gracias a Stpehen Frears: le da el papel masculino protagonista de 'Negocios ocultos' (2002), cinta sobre la inmigración con Audrey Tatou. Con esta cinta, Ejiofor logró su primer gran premio: ser el mejor actor en los British Independent Film Award. Después engancharía películas de todo tipo como 'Love actually' (Richard Curtis, 2003), 'Ella me mata' (Spike Lee, 2004), 'Melinda y Melinda' (Woody Allen, 2004) o 'Cuatro hermanos' (John Singleton, 2005).
Lee le volvería a llamar para su película de atracadores y Ridley Scott para acompañar a Washington como gángster. Después, y como buen actor inglés, mucho teatro y series en las cadenas británicas con esa factura primorosa. Hasta que su compatriota McQueen lo llama para destrozarlo (en la cinta, claro) y ofrecerle en bandeja su primera nominación al Oscar gracias a su conversión en Solomon Northup, el negro neoyorquino que es secuestrado en su ciudad y vendido como un esclavo para una plantación del sur.
