Bruce Dern (Chicago, 1936) persiguió durante ocho años a Alexander Payne para que llevara al cine el guion de ‘Nebraska’. Su hija, la actriz Laura Dern, ha perdido la cuenta de las llamadas que realizó al autor de 'Entre copas': "¡Contrata a mi padre, contrata a mi padre...!". Para alguien que raras veces ha sido la estrella de la película, el personaje de Woody era quizás la última oportunidad de dejarse el alma en su oficio. Dern comenta que siempre le han tocado papeles que habían sido rechazados con anterioridad por al menos una quincena de actores. El récord lo tiene 'Naves misteriosas' -hoy una cinta de ciencia-ficción de culto-, que declinaron diecisiete intérpretes antes de que se la ofrecieran a él.
Difícil imaginar a otro en la piel del obcecado antihéroe de 'Nebraska', un anciano convencido de haber ganado un millón de dólares en un concurso -en realidad una publicidad fraudulenta- y que emprende un viaje desde su pueblo en Montana a Lincoln, Nebraska, para cobrarlo. Le acompaña su hijo (Will Forte, soberbio), que emprende el trayecto como una manera de que su viejo se calme y descubra de paso que el premio es un montaje, si es que no lo sabe ya.
Dos perdedores, como es habitual en la filmografía de Payne, que ni siquiera tienen un pasado feliz al que aferrarse. El viejo está a un paso de la demencia senil. Confundido, con un pasado alcohólico, taciturno casi hasta la mudez, Woody no ha sido un buen padre ni un buen marido. Hay que ver a Bruce Dern caminando en la primera escena de la película, con su melena de sabio loco y esa cojera que el actor sufre en la vida real fruto de una lesión en el cuádriceps. Una figura desgarbada, un cacharro a punto de desarmarse, que avanza con determinación hacia no se sabe dónde con una mirada que rezuma dolor y melancolía.
'Nebraska' supone la reaparición de Bruce Dern a los ojos del público, aunque en realidad el actor nunca haya dejado de trabajar. Con una filmografía que supera el centenar largo de títulos entre largometrajes y series de televisión, Dern puede presumir de haberle disparado a John Wayne en 'The Cowboys' y de protagonizar dos cintas de Hitchcock, 'Marnie, la ladrona' y 'La trama'. Su papel más recordado, nominación al Oscar incluida, sigue siendo el del veterano de Vietnam cornudo en 'El regreso' junto a Jane Fonda, uno de los títulos clave del Hollywood liberal y contestario de los 70. Inolvidable el final con Dern despojándose de su ropa y adentrándose en el Pacifico.
El actor creció en una familia de abolengo: su abuelo fue George Dern, gobernador de Utah y secretario de Guerra de Franklin D. Roosevelt -Eleanor Roosevelt fue su madrina- y su segundo apellido, MacLeish, procede de su tío, el poeta Archibald MacLeish. Estudió Periodismo en la Universidad de Pensilvania en Filadelfia y se forjó como corredor de maratones. Su técnica interpretativa la fraguó en el mítico Actors Studio con Lee Strasberg y Elia Kazan. Pasar por el Harvard de los actores no le libró de hacer el meritoriaje en las producciones de serie B de Roger Corman: 'Los Ángeles del Infierno', 'La matanza del Día de San Valentín'...
Los 70 fueron la época de gloria para un actor que quedó encasillado en roles de sociópata y neurótico, cuando no directamente como el villano de la función. Su amigo Jack Nicholson siempre ha sostenido que Dern era el mejor actor de su generación, un tanto desperdiciado por la miopía de los directores. 'Danzad, danzad, malditos', 'El rey de Marvin Gardens', 'Pat Garrett y Billy el Niño', 'El gran Gatsby', 'Domingo negro', 'Driver'... El intenso Bruce Dern no tuvo tanta suerte en los 80, donde tan solo brilló pasadísimo de rosca en la divertida 'No matarás... al vecino' de Joe Dante. En los 90 Walter Hill le volvió a reclutar para 'Wild Bill' y 'El último hombre' y hasta coincidió con nuestra Penélope Cruz en 'Todos los caballos bellos'.
La travesía del desierto en los 90 tuvo al menos seguridad laboral gracias al papel del abusivo padre de Bill Paxton en la serie de HBO 'Big Love'. Como ha ocurrido con otros intérpretes en el banquillo, tuvo que venir Quentin Tarantino para reivindicarle con un papelito en 'Django desencadenado'. "Bruce Dern es un tesoro nacional", alabó el autor de 'Pulp Fiction' en el homenaje que le brindó el American Film Institute. El Oscar por la hermosa, conmovedora 'Nebraska' sería un justo final de viaje para un actor que asume haber interpretado "más psicópatas, raritos y colgados que ningún otro en Hollywood".