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Miguel Ricart, el asesino de las niñas de Alcàsser, vive muy probablemente sus últimos días privado de libertad. Condenado a más de 170 años de cárcel, estaba previsto, tras la aplicación de la doctrina Parot, que saliera libre en 2023. Tres décadas tras unos barrotes. Pero el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos tumbó la interpretación que el Tribunal Supremo efectuó de las rebajas de pena por los trabajos realizados en la penitenciaría. Ahora ya no servía descontar las reducciones de la pena de cada uno de los delitos en vez de hacerlo del total de la condena.
Las acusaciones trabajan estos días a contrarreloj. Tratan de idear una estrategia que permita impedir o frenar la excarcelación del Rubio. El plazo termina el próximo miércoles, aunque existe la posibilidad de que las partes no presenten sus escritos directamente en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia y lo hagan en el registro de entrada. Esto no alargaría el plazo -las 15 horas del miércoles- pero sí supondría que el tribunal tardara algunas jornadas más en disponer de los escritos de las partes.
La Fiscalía también estudia exhaustivamente el expediente remitido recientemente por la Audiencia. El documento principal es el informe de Instituciones Penitenciarias en el que recoge los días que le corresponden al interno y los trabajos que ha realizado en las diferentes penitenciarías. Se trata de un documento similar al que en su día ya se manejaba cuando se le aplicó la 'doctrina Parot', ahora derogada por el tribunal europeo.
Una de las ideas con las que trabajan algunas acusaciones es solicitar un informe ampliatorio a Prisiones. Consideran que el documento remitido por el organismo dependiente del Ministerio del Interior no resulta esclarecedor. Esta petición debería ser aprobada, en caso de que finalmente se materialice, por la Audiencia. Sería una vía que podría retrasar la más que probable excarcelación de Miguel Ricart.
El criterio del Ministerio Público parece claro. En la Audiencia Nacional, si bien en principio se mostraron favorables a la excarcelación aunque con ciertas reservas, las últimas salidas ya se han producido sin ninguna oposición. Lo habitual es que se siguiera en Valencia la postura que marca Madrid salvo sorpresa mayúscula.
Una vez presentados todos los escritos, la Audiencia se sentará a deliberar. Las fuentes consultadas apuntaron en su día que quizá este proceso comenzaría el próximo lunes. No obstante, no se descarta que pudiera ser jueves o viernes si finalmente las alegaciones de las partes están sobre la mesa del tribunal el próximo miércoles.
La excarcelación de Ricart se está postergando más que la de otros internos afectados por la misma resolución europea. Por ejemplo, Pablo García Ribado, conocido como el violador del portal, fue condenado a 1.721 años de prisión por 74 violaciones, seis agresiones sexuales y diez delitos de robo, mientras que Luis Gallego Fernández, el violador del ascensor, fue condenado a 273 años de cárcel por asesinar a dos jóvenes y agredir sexualmente a otras dieciocho. Ambos están en libertad desde la pasada semana.
La Audiencia de Valencia inició de inicio los trámites para la liberación del asesino de las niñas de Alcàsser. Lo hizo antes incluso de que el abogado del condenado presentara un escrito en el órgano. Las acusaciones mostraron su extrañeza por este impulso al proceso. No obstante, el argumento del tribunal, que es el responsable de ejecutar sus propias sentencias, es lógico. Mantiene en prisión a una persona bajo un criterio que ha sido tumbado. Y necesita conocer su situación para analizar si debe quedar en libertad. El Supremo dio recientemente vía libre a las salas provinciales para revocar sus fallos o hacer las nuevas liquidaciones de pena.
Si el pronunciamiento de la Audiencia resultara favorable a Ricart, su salida de prisión sería inminente. En 24 horas estaría en la calle. El dolor de las víctimas, las familias de las tres menores fallecidas, ha ido en aumento estas últimas semanas porque se les hace imposible de entender cómo el asesino de sus hijas puede quedar en libertad.
Una de las grandes incógnitas es a qué se dedicará Ricart una vez quede libre. Se da la circunstancia de que el preso podría regresar a Alcàsser ya que no existe una prohibición de acercarse al municipio. Nadie solicitó en su día el destierro, aunque bien es cierto que era una medida que rara vez se imponía. Posteriormente, tras la reforma del Código Penal, se introdujo el alejamiento. Sin embargo, esto fue posterior a la norma que se utilizó para juzgar al triple homicida. Tampoco parece muy lógico que Ricart decida regresar a la localidad.
Las familias mostraron recientemente a LAS PROVINCIAS su tristeza ante el desenlace que se avecina. Fernando Gómez, padre de Toñi, confesó que a sus 77 años de edad no está preparado para ese día. «Después de lo que hicieron esos criminales, y ahora lo sueltan».
Rosa Folch, madre de Desirée, decidió curar su honda herida en la intimidad, todo lo contrario que Fernando García, padre de Miriam. Ambos enviudaron. Rosa no olvida el tratamiento televisivo de hace 20 años con el sufrimiento de tres familias retransmitido en directo. «Espero que las televisiones tengan ahora más dignidad y no lleven nunca a Ricart a un plató».
Fernando García, que sigue con su teoría de la conspiración y enfrentado al resto de familias, sostiene que este preso fue «un cabeza de turco para ocultar una trama».
El horizonte de Miguel Ricart
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