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Valencia

La madre de una niña de Alcàsser, hundida por la sentencia de Estrasburgo
«Me levanto pero vuelvo a caer»
Las víctimas del terrorismo valencianas se reunieron ayer en la plaza del Ayuntamiento para solicitar que se cumpla la 'doctrina Parot'. «Los asesinos deben cumplir su pena completa. Solicitamos el cumplimiento íntegro de las condenas, y si no una cadena perpetua revisable», advirtió Francisco Morato, presidente de la asociación.
No es una damnificada por los crímenes terroristas, pero también acudió al acto. No quiso faltar Rosa Folch, madre de Desirée Hernández, una de las niñas de Alcàsser asesinada por Antonio Anglés y Miguel Ricart. El primero de ellos sigue en busca y captura, mientras que el segundo fue condenado a 170 años de prisión por la muerte, violación y tortura de las tres menores. Pese a ello, la Audiencia de Valencia ha comenzado los trámites para decidir sobre su excarcelación tras la resolución del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo contra la 'doctrina Parot', de modo que podría ser libre en unas semanas.
El próximo miércoles se cumplen 21 años desde que Míriam, Toñi y Desirée fueron raptadas de camino a Picassent. «Desde entonces estoy muy mal», reconoce Rosa. «Me levanto y me vuelvo a caer. No soy una persona feliz porque sientes que te falta una persona importante, lo sientes aquí», indica señalándose el pecho.
Ante la posible salida de Ricart, la vecina de Alcàsser, a pesar de un aspecto frágil y sin fuerzas, quiso estar ayer en la plaza del Ayuntamiento. «Estoy a favor de que se cumpla la 'doctrina Parot'. Yo soy una víctima más, de ahí que esté aquí para apoyarlos -a la Asociación de Víctimas del Terrorismo de la Comunitat Valenciana- y hacer fuerza a ver si el Gobierno hace algo por nosotros».
«No se reinsertan»
Sobre Ricart, apuntó que no debería tener «derecho a salir, porque ha hecho mucho daño, y mi hija y sus amigas no han salido de donde están desde hace 14 años. Que estén allí encerrados, que es lo que toca, que hicieron mucho daño». Rosa considera que todos «los asesinos, que lo paguen en la cárcel, porque esos no se reinsertan ni nada», sentenció.
Las víctimas del terrorismo sienten un vacío similar. Es el caso de Benedicto Robles, cuyo hijo, el guardia civil Francisco, murió en el 6 de mayo de 199 como consecuencia de la explosión de una bomba colocada en su garita por el comando Donosti. Los autores del crimen también pueden acogerse a la sentencia de Estrasburgo.
«No sé si han salido de la cárcel, pero hay gente con más asesinatos, como Inés del Río o el del atentado de Hipercor, que ya están fuera y es lo que no puede ser. Esto no tiene sentido. No hay justicia», lamentó Benedicto. Como Rosa Folch, asegura que el dolor «nunca se pasa. Esto no se olvida, pero han transcurrido 22 años y tienes que seguir con tu vida».
«Mi hijo era guardia civil como yo. Primero estuvo en Valdemoro, luego en Girona y vino a Valencia. Entonces se marchó a Pasajes de San Juan (Guipúzcoa), donde llevaba siete meses cuando murió. Le pusieron una bomba y lo mandaron a 15 metros».
La indignación era patente en cada una de las víctimas presentes en la plaza del Ayuntamiento. Francisco Morato, presidente de la AVTCV señaló que se sienten «desamparados, vejados y humillados. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos nos la ha tumbado, nos ha humillado y sentenciado, a nosotros y a la sociedad en general».
Marlaska, «un verdugo»
No entienden por qué los condenados salen de prisión sin cumplir toda la pena. Saben que pueden hacer poco, ya que el tribunal dejó claro «que no hay opción a apelar». Sin embargo, no están dispuestos a bajar los brazos. «Queremos que el Gobierno actúe y si tiene que cambiar alguna ley que la cambie. Están pisoteando a los asesinados por ETA».
Sobre una persona recayeron la mayoría de las críticas desde la asociación de víctimas. «No se puede dejar a alimañas como esta en la calle. Y menos con la premura con la que el juez Grande-Marlaska decidió sacar a Inés de prisión y, el viernes, a otros nueve asesinos, tras decir que estaba con nosotros. Nos ha traicionado. Tanto él como el Poder Judicial. Marlaska es nuestro verdugo y el salvador de estos asesinos que están en la calle».
El próximo viernes, en el Palau de la Música, la Asociación de Víctimas de la Comunitat ha programado unas jornadas sobre terrorismo que empezarán a las 19 horas.
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