26.05.13 - 12:24 -
Entre los 62 militares fallecidos en el accidente del Yak-42 ocurrido hace diez años en Turquía, durante su regreso de Afganistán, se encontraban tres murcianos.
El sargento primero Francisco Javier Hernández Sánchez, de 29 años, fue uno de los tres militares murcianos fallecidos. Se crió junto a sus padres en el barrio de San Antón (Murcia), donde le recordaban como «una amante de su trabajo». Acababa de casarse y tenía su residencia en Madrid. Formaba parte del Regimiento de Ingenieros número 1 de la División Mecanizada Brunete.
El Cabo Fernando España Aparisi tenía 29 años. A los 18 se alistó en el Ejército del Aire. Estaba soltero y con novia. Junto a sus compañeros del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo se encargaba de vigilar el aeropuerto de la localidad Afgana de Kabul y custodiaba la carga y descarga para garantizar la distribución de alimentos y material. Sus familiares le recordaban durante el funeral por su carácter cariñoso, afectivo, agradable, bromista, deportista y, ante todo, buen profesional.
El cabo Juan Carlos Bohabonay era vecino de Alcantarilla, tenía 30 años, estaba casado y con dos hijos (uno recién nacido en el momento del accidente). Pertenecía, al igual que el cabo España, al Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA)
