La presentación de Tokio contó con un punto de partida inesperado. Los japoneses, cuya cultura sanciona mostrar los sentimientos en público, apostaron por lo emocionante con una mano en el corazón tras cada alocución y por un detalle sentimental para iniciar su presentación en Buenos Aires ante los miembros del COI. «Después del tsunami (2011), no supe dónde estaba muy familia durante un tiempo. El tsunami azotó mi hogar», explicó con lágrimas a punto de salir de sus ojos la paralímpica Mami Salto, quien su pierna por un cáncer. Así, con la vertiente sensible, los miembros de la delegación de Tokio trataron de dar la vuelta a la desgracia de la tragedia que acabó con el escape radiactivo de Fukushima que tanto preocupa a los miembros del COI. «Permítame garantizarles que la situación está bajo control en Fukushima. Nunca ha causado y nunca causará ningún daño a Tokio No plantea ningún problema. Pido que lean las noticias y evalúen la situación. El impacto del agua contaminada es aislado. Estamos vigilando las aguas costeras de Fukushima. Tienen el nivel más estricto de cualquier parte del mundo en el control de la radiación de los alimentos y agua. Nadie tienen unos análisis tan rigurosos. No habrá problemas ni en el presente ni en el futuro», respondió el consejero delegado de Tokio, Masato Mizuno. «Bajo el cielo azul de Fukushima los niños juegan al fútbol y miran hacia su futuro», señaló.
Una vez superado el escabroso problema de las amenazas radiactivas, los japoneses detallaron cada sede con un extenso vídeo que debería servir a los miembros del COI que no hubieran leído el dossier de los nipones. En su segundo vídeo, una medallista olímpica explicó el proyecto con un mapa de la bahía de Tokio y con la representación virtual de las sedes por construir. En el documento audiovisual de larga duración detallaron cada localización, cada zona, y después mostraron imágenes de la situación actual de las áreas.
Los deportistas, en cambio, apenas contaron con espacio y tiempo en la candidatura. En los dos primeros vídeos apenas aparecieron atletas. «Imaginen la pasión en 2020. Cada sede estará llena, cada deporte brillará. Tokio será una plataforma increíble para el movimiento olímpico. Los héroes de los dibujos animados han inspirado a deportistas como Messi o Kaká para practicar sus deportes favoritos», contó el tirador Yuki Ota, doble medalistta en otra nueva combinación de elementos reconocibles japoneses (el ‘anime’). Pero solo uno de los documentos visuales se dedicó a los atletas y las explicaciones de los portavoces se limitaron a garantizar su salud y su seguridad. Precisamente este es un punto fuerte de los nipones. «Los japoneses cuidan tanto los unos de los otros como cuidan de sus invitados. Si pierden algo lo recuperarán con absoluta seguridad, incluso el dinero. Tokio es la ciudad más segura del mundo», explicó Christel Takigawa, embajadora de ‘Cool Tokio’
Por otra parte, el presidente de la candidatura, Tsunekazu Takeda, destacó en su mensaje que nunca un deportista había dado positivo por dopaje en los Juegos porque los valores olímpicos forman parte de la cultura japonesa. «Hoy en día los deportes también están viviendo una carrera, se enfrentan a problemas de creatividad, se ven amenazados por las apuestas ilegales, por el amaño de partidos. En Japón hemos experimentado lo mejor del deporte», indicó el presidente del Comité Olímpico Japonés en un ataque a Estambul y Madrid por sus numerosos caso de dopaje y el falseamiento de resultados que ha terminado con dos equipos turcos expulsados de las competiciones europeas durante un tiempo y con algunas investigaciones en la Liga española.
Otro aspecto que destacaron con fuerza los japoneses fue su capacidad para el transporte y su Villa Olímpica situada en un espacio reducido. «Tokio garantiza las vías de transporte, unos Juegos muy compactos. Podemos trasladar a todos en desplazamientos muy cortos porque todo estará en un margen de ocho kilómetros. Tenemos una vía olímpica muy buena para el transporte en tiempo breve», apuntó Naoki Inose, el alcalde de la capital nipona. El gobernador concluyó con un dato esclarecedor: «Todos los días millones de personas viajan por Tokio».
