LONDRES 2012
Sir Steve Redgrave.
El secreto no ha podido ser mejor guardado. Se lleva especulando durante meses sobre quién será el encargado de encender la antorcha olímpica de Londres 2012 y, a pocas horas del inicio de la ceremonia inaugural, mientras Danny Boyle y su equipo repasan los últimos detalles, todavía no se conoce al elegido. Eso sí, el director del comité organizador de los Juegos, Paul Deigthon, aseguró el pasado jueves que la decisión ya había sido adoptada, a lo que Andy Hunt, el responsable de la delegación británica, añadió que ésta había sido unánime.
La lista de candidatos ha sido lo inevitablemente extensa que cabía esperar en un país donde sobran las leyendas del deporte. Se han escuchado los nombres de Bobby Charlton, de Daley Thompson, de Bradley Wiggins, de Steve Ovett, de Derek Redmond, incluso de David Beckham, al que nunca le faltan fans para cualquier cometido... Y no sólo eso. Los científicos de la Universidad de Aberystwyth, en el País de Gales, llegaron incluso a proponer la sorprendente candidatura de un pequeño robot humanoide bautizado como iCub. Ya se sabe que la búsqueda de la originalidad conduce a caminos insospechados.
Al final, todo indica que el honor de dar fuego al pebetero se lo van a disputar dos mitos de dimensión universal, ambos indiscutibles: sir Roger Bannister y sir Steve Redgrave. No hacen falta demasiadas presentaciones. Basta recordar que el primero forma parte de la historia del atletismo desde que el 6 de mayo de 1954, durante un encuentro atlético que tuvo lugar en las pistas de Iffley Road en Oxford, ante 3.000 espectadores, se convirtió en el primer hombre en bajar de los cuatro minutos en la milla con un tiempo de 3:59,4. En aquella carrera, que fue retransmitida por la BBC, Bannister traspasó una frontera que parecía impensable. Lo suyo fue un hito en un tiempo de grandes conquistas, un Everest del atletismo.
Lo que nunca consiguió este neurólogo nacido en Londres en 1929 fue ser campeón olímpico, una condición de la que Steve Redgrave puede presumir como pocos. Hablamos del mejor remero de todos los tiempos, de un portento capaz de sumar cinco medallas de oro y una de bronce en cinco Juegos consecutivos, desde Los Ángeles a Sydney. En un principio, las apuestas le daban como favorito, pero en las últimas horas parece que la candidatura venerable de Bannister cobra algo más de fuerza. El secreto se desvelará en cuestión de horas.
