La campiña se esfumó. Y las chimeneas, las norias, los niños durmientes y hasta Mister Bean. El sueño de una noche de verano se acabó. La ficción deja paso a la realidad, las estrellas del atletismo, los reyes de la pista. El estadio olímpico abre las puertas el viernes y allí, en la recta, se producirá el duelo más esperado de los Juegos Olímpicos, el pulso entre Usain Bolt y Johan Blake por el cetro de los 100 metros. Pero habrá más, mucho más. Estos son los grandes reclamos del atletismo para los Juegos de Londres.
BOLT-BLAKE. Todo el mundo quiere verlo. Las entradas, de hasta 900 euros, se agotaron en horas. Es, probablemente, el momento más esperado de estos Juegos Olímpicos: la final de los 100 metros, el pulso entre Usain Bolt y Johan Blake. El plusmarquista mundial sembró de dudas el camino olímpico: sus molestias en la espalda, una mala carrera en Ostrava ("No dormí mucho la noche anterior", bromeó después de correr en 10.04) y, sobre todo, sus derrotas en las finales de los 100 y 200 de los Trials de Jamaica, ante su compañero Johan Blake. Pero una visita a la consulta en Múnich del médico Hans-Wilhelm Müller-Wohlfahrt y su decisión de centrarse durante varias semanas únicamente en el atletismo, le han devuelto el optimismo.
Bolt vuelve a vacilar, a sonreír, a sentirse el centro del universo. "¿Mi objetivo en Londres? Ser una leyenda". Y eso pasa por defender sus títulos en 100 (solo lo ha hecho Carl Lewis), 200 y 4x100. Más complicado, atendiendo a la meteorología, será hacerlo con otros tres récords del mundo. Como en Pekín, como en Berlín.
Su enemigo está en casa. 'La Bestia' Johan Blake acabó con una racha de dos (100) y cuatro años (200), dejando al margen la salida nula del Mundial de Daegu, sin derrotas del 'rayo' Bolt. Comparten entrenador, Glen Mills, el único que tiene la 'certeza' del éxito. Los Juegos resolverán las dudas. ¿Podrá Blake con Bolt? ¿Se convertirá el plusmarquista en una leyenda? ¿Habrá un nuevo récord del mundo? Londres tiene las respuestas.
DAVID RUDISHA. No hay apuesta peor pagada en Londres que el triunfo de David Rudisha en la final de los 800 metros. El plusmarquista mundial (1:41.01) ha firmado las cuatro mejores marcas del año, así que su objetivo -difícil en una final olímpica sin liebre- es convertirse en el primer hombre en bajar de 1.41 en las dos vueltas a la pista. Aunque la pregunta que se hace el mundo atlético, en realidad, es si Rudisha será capaz algún día de correr los 800 metros en menos de 100 segundos. A sus 23 años, todo es posible.
ASBEL KIPROP. Otro keniano, Asbel Kiprop, es el gran favorito en los 1.500. Con 23 años, como Rudisha, logró, hace dos semanas, bajar de 2.29, algo que no se producía desde 2004. Es el rey de la distancia: por aquella marca (sus 2:28.88 le convirtieron en el quinto más rápido de todos los tiempos en el kilómetro y medio) y por los títulos conquistados en el último Mundial, en Daegu, hace dos veranos, y en los pasados Juegos, cuando se convirtió, con 19 años y 50 días, en el campeón de los 1.500 más joven del olimpismo. Su reto en Londres es emular a la punta de la pirámide de estos Juegos: Sebastian Coe (campeón de 1.500 en Moscú'80 y Los Ángeles'84).
MO FARAH. El británico, aunque nacido en Somalia, se ha fijado un objetivo mayúsculo en su ciudad: proclamarse campeón de 5.000 y 10.000 en siete días. Hace dos años, en Daegu, se quedó muy cerca después de ganar el oro en la distancia más corta de las dos y la plata en la superior. Su primer asalto será este viernes, en una final de 10.000 en la que se encontrará a uno de los mejores fondistas de todos los tiempos, Kenenisa Bekele, una incógnita después de una temporada mediocre.
LIU-MERRIT. La final de los 110 metros vallas es una de las más atractivas por la cantidad de aspirantes. De postín todos ellos. El chino Liu Xiang protagonizó hace cuatro años una de las mayores decepciones de la historia del olimpismo, cuando tuvo que retirarse en los tacos de salida mientras todo el país esperaba el triunfo de su héroe. Xiang, campeón olímpico en Atenas, en 2004, se encontrará en Londres con el líder del año, el estadounidense Aries Merritt (¡Ha corrido hasta tres veces en 12.93! ), el vigente campeón mundial, Jason Richardson, y el defensor de la corona olímpica, el cubano Dayron Robles, prácticamente inédito durante toda la temporada.
DAVID STORL. Un jovencito de 22 años, David Storl, se enfrenta a la vieja guardia en el lanzamiento de peso. El alemán ya se impuso, con solo 20 años, en el Mundial de Daegu. En Londres se medirá en el circulo con el campeón olímpico, el polaco Tomasz Majewski, y el trío estadounidense que encabeza el ranking mundial del año: Christian Cantwell (22,31), Reese Hoffa (22,00) y Ryan Whiting (21,66).
ASHTON EATON. El estadounidense logró en junio la mayor gesta del año al batir el récord del mundo de decatlón en los Trials de su país. Ashton Eaton terminó las diez pruebas con 9.039 puntos, 13 más que el histórico Roman Sebrle, que en 2001 se convirtió en el primer hombre (y único hasta hace unas semanas) en romper la barrera de los 9.000 puntos. El norteamericano ya ha advertido que sería un milagro que renovara la plusmarca en Londres.
SHELLY-ANN FRASER. La jamaicana, como su compatriota Usain Bolt, aspira a retener el cetro de los 100 metros. Shelly-Ann Fraser ha exhibido un estado de forma excepcional después de correr en los Trials en 10.70, una marca que la convierte en la cuarta mujer más rápida de todos los tiempos.
SALLY PEARSON. La australiana es un prodigio sobre las vallas altas. Su técnica, exquisita, la convierten en una delicia para el espectador. Este año sufrió una derrota inesperada, pero en 2011 corrió en 12.28 y demostró que puede atacar el récord del mundo que es propiedad de la búlgara Yordanka Donkova (12.21) desde hace 14 años.
YELENA ISINBAYEVA. La bandera del atletismo femenino sigue subida en la montaña rusa. En el Mundial 'indoor' de Estambul, el pasado invierno, parecía haber puesto fin, tras volver a ponerse en manos de Trofimov, el entrenador de sus inicios, a su travesía por el desierto. Pero la temporada al aire libre ha vuelto a alimentar sus dudas. Este verano 'solo' ha saltado 4,75, muy lejos de sus 5,06 que dominan la tabla de la especialidad, y ve a varias rivales por encima.